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Las autoridades mexicanas adjudicaron las dos terceras partes de los contratos que ofrecía en la primera licitación petrolera de la denominada Ronda Dos, con la que pretenden asegurar más de 8.000 millones de dólares de inversión en un sector clave para el futuro del país norteamericano y que no atraviesa sus mejores días.
Petroleras como la italiana Eni, la española Repsol, la francesa Total, la angloneerlandesa Shell, la rusa Lukoil, la malasia Petronas o Pemex –la mayor empresa pública mexicana– lograron contratos solos o en consorcios para la exploración y posterior extracción de crudo.
En total, el Gobierno mexicano ha adjudicado 10 de los 15 bloques que salían a subasta, todos ellos de aguas someras situadas en el golfo de México, frente a las costas de los estados petroleros de Campeche, Tabasco y Veracruz.
Ediciones EL PAÍS, SL 2017.]
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