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Al norte del paralelo de la pobreza

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justicia-socialSe nos ha predicado durante décadas que Canadá es una de las Naciones más Progresistas y Avanzadas del mundo entero. En cierta medida lo es, en términos de su exquisita disciplina social, del estoicismo con que los ciudadanos del común enfrentan las dificultades del diario vivir, y de la casi genética transparencia con que las clases Media y Obrera viven, obran, socializan y construyen sus vidas.

Pero la gran derrota de tan hermoso tejido social es la insultante desfachatez con que los Poderosos de la privilegiada casta del 1% cabalgan sobre los fatigados hombros de los miembros del Común…los Canadienses del 99%.

De acuerdo con una encuesta realizada en toda la Nación por la firma Greenberg Quinlan Rosner a pedido del afamado Broadbent Institute, la brecha entre ricos y desposeídos en Canadá ha llegado a niveles injuriosos  y humillantes, sobre todo si se tiene en cuenta la percepción que se tiene de la Nación en el mundo entero como ejemplo de Equidad y Justicia Social.

De acuerdo con la encuesta –que se llevó a cabo hace casi 6 meses- los siguientes factores producen verdadera alarma:

  • Los Canadienses pensaban que la franja de la quinta parte más adinerada de la población, es decir, el 20% de los habitantes pertenecientes al estrato socioeconómica más alto, eran dueños del 55.5% de la riqueza nacional y que la franja de los más pobres- o sea el 20% de los de abajo- eran propietarios de un modesto 6% de la riqueza del país.  Pues bien: La escabrosa realidad es que los Canadienses de la clase billonaria son dueños del 67.4% de la riqueza del país y la franja de los menos privilegiados NO POSEE NINGUNA PARTICIPACION de la riqueza nacional.
  • La Clase Media Canadiense apenas llega a poseer el 9% de la riqueza Nacional. La Clase Media Alta posee un 21.5% de la Riqueza Nacional y la Clase Alta posee el 67.4% del total de la Riqueza de Canadá. La clase baja tiene una participación negativa de -0.1% del capital social del país.

Los Canadienses mayores de 50 años son quienes más vivamente perciben la creciente inequidad social y ven los efectos devastadores del empobrecimiento progresivo de la mayoría.

El catorce por ciento de todo el ingreso del país va a parar a manos del uno por ciento de la población. En la década de 1980-1990 ese uno por ciento de privilegiados recibía el ocho por ciento de todo el ingreso Nacional. Las consecuencias de esta brecha creciente son devastadoras y se traducen en varios síntomas de deterioro social que han adquirido proporciones alarmantes durante el Régimen del Primer Ministro Harper:

  • Grandes diferencias en los ingresos de los Hombres comparados con los ingresos de las Mujeres.
  • Crecientes tasas de desempleo de la población joven del país.
  • Marginalización creciente de los grupos Aborígenes y de las comunidades Étnicas y Culturales en todo el territorio Nacional
  • Menores oportunidades de Progreso y menos movilidad de los recursos de la Nación.

Es importante, ahora que nos encontramos a la puerta de una Elección Federal, buscar maneras de reversar esta pavorosa tendencia hacia la Pauperización de las Clases Media y Trabajadora para que la Economía esté al servicio de la mayor cantidad posible de los Ciudadanos. Es preciso invertir en nuevas y más innovadoras industrias que puedan generar empleos mejor pagados y más seguros para las generaciones venideras. Resulta vital aumentar los impuestos a los multi-billonarios y a los dueños de las  poderosas corporaciones del país para poder garantizar la seguridad social, la expansión de las inversiones en servicios públicos y la protección de los sectores menos favorecidos de la población.

De no hacer esto, Canadá estará asegurando un rápido tránsito hacia el demerito y un paso seguro hacia el abismo que con tanto orgullo sus ciudadanos se jactan de no haber conocido. La Provincia de Ontario se encuentra en el centro de una potencial tormenta social que podría desbancar a Canadá de su puesto de privilegio entre las Naciones Desarrolladas del mundo. Con una participación electoral del 34.4% en el Parlamento Federal y de 22.9% en el Senado, nuestra Provincia debería estar en capacidad de ayudar al país a virar en la dirección correcta en las Urnas durante el próximo debate ele

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