«Tenemos un compás de espera”, dijo el presidente dominicano Danilo Medina, luego de cerca de cinco horas de reunión con ambas partes en la sede de la cancillería de República Dominicana, donde ya se había colocado una mesa para la eventual firma de un documento.
Medina, quien ha fungido como mediador de la negociación, explicó que la delegación opositora pidió tiempo y que será este miércoles cuando presente sus observaciones a fin de continuar la discusión.
Medina, quien ha fungido como mediador de la negociación, explicó que la delegación opositora pidió tiempo y que será este miércoles cuando presente sus observaciones a fin de continuar la discusión.
El ministro de Comunicación y negociador por parte del gobierno, Jorge Rodríguez, aseguró “en un acto bochornoso”, la oposición rechazó firmar el acuerdo alcanzado durante la víspera en Caracas, luego de que el líder opositor Julio Borges presuntamente recibiera una llamada de último momento desde Bogotá, en donde se reunieron el martes el secretario de Estado estadounidense Rex Tillerson y el presidente Juan Manuel Santos.
Rodríguez también acusó a la oposición de recibir “instrucciones del extranjero”. Rodríguez firmó el documento que, aseguró, reúne todos los puntos acorados entre ambas partes y dijo que se lo entregaría al expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero y a Medina, quienes fungen como observadores.
“Nosotros nunca vamos a firmar algo que no esté a la altura de la dignidad del pueblo venezolano”, explicó Borges, coordinador del partido Primero Justicia y vocero de la delegación opositora. Ambas partes se reunieron el martes durante cinco horas en Santo Domingo como parte de la quinta ronda de negociación bilateral.
El gobierno y la Mesa de la Unidad Democrática, una alianza de unos 20 partidos opositores, comenzaron de manera oficial a negociar un acuerdo en diciembre en Santo Domingo con la mediación de Medina y de Rodríguez Zapatero.
En la última ronda de negociaciones celebrada la semana anterior, Rodríguez aseguró que ya sólo faltaban por negociar dos aspectos de uno de los seis temas de la agenda.
La nueva ronda de negociaciones se celebra en momentos en que se espera en Venezuela el anuncio por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre la fecha de las polémicas elecciones presidenciales que fueron adelantadas para antes de mayo.
La oposición demandaba como un paso previo para celebrar los comicios que el CNE fuese reformado por considerar que está influido por el oficialismo.
Luego de que Rodríguez anunció el martes la inminente firma de un supuesto acuerdo, la Mesa escribió en su cuenta en Twitter “que hasta este momento no hay ningún acuerdo con el gobierno” y pidió “no caer en rumores ni manipulaciones de quienes siempre han mentido”.
Además de reformar al CNE, la oposición pide garantías de transparencia electoral, la creación de un canal humanitario para enfrentar la escasez de alimentos y medicinas, el reconocimiento a la Asamblea Nacional y la liberación de presos políticos.
El gobierno exige el reconocimiento por parte de la oposición de la Asamblea Nacional Constituyente y el repudio a las sanciones económicas internacionales contra Venezuela.