Venezuela se quedó sin asiento en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU este martes 11 de octubre al ser superado en votos por Chile y Costa Rica, que sí fueron elegidos para los dos escaños que estaban libres para miembros de Latinoamérica y el Caribe.
En la votación realizada en la Asamblea General de Naciones Unidas para elegir a 14 nuevos miembros del órgano para el periodo 2023-2025, Chile obtuvo 144 votos, Costa Rica 134 y Venezuela 88.
Venezuela, que se sienta actualmente en el Consejo, optaba a la reelección, pero numerosos grupos de defensa de los derechos humanos habían pedido votar en su contra por el historial de represión del Gobierno de Nicolás Maduro.
El director para la ONU de Human Rights Watch (HRW), Louis Charbonneau, celebró que la Asamblea General haya “cerrado la puerta” a Venezuela e insistió que hay pruebas de que Maduro y otros altos cargos pueden ser responsables de crímenes contra la humanidad.
“Un Gobierno que se enfrenta a este tipo de acusaciones no debe sentarse en el máximo órgano de derechos de la ONU”, dijo Charbonneau luego de la votación.
La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela acusó el mes pasado a la inteligencia civil y militar de ese país (Sebin y la Dgcim, respectivamente) de cometer crímenes de lesa humanidad para reprimir la disidencia política, mediante un modus operandi de abusos dictado «desde el más alto nivel».
El Consejo de Derechos Humanos aprobó la semana pasada, con oposición del Gobierno de Maduro, continuar investigando y documentando las violaciones en el país.
Con este nuevo movimiento que dejó por fuera a Venezuela, China y Rusia perdieron un aliado en la Organización de Naciones Unidas.
Chile y Costa Rica ingresarán el próximo enero en el Consejo, compuesto por 47 miembros, y se sumarán a otros países latinoamericanos como Argentina, Bolivia, Cuba, Honduras, México y Paraguay.