«El gobierno de EEUU ha impuesto nuevas sanciones que bloquean la posibilidad de seguir tranzando en el mercado cambiario venezolanos, sectores públicos y privados, en la divisa llamada dólar. Hay una prohibición ilegal, arbitraria contraria el derecho internacional al uso del dólar», anunció Tareck El Aissami, vicepresidente económico de Venezuela desde el salón Simón Bolívar del Palacio de Miraflores.
«A algunos sectores que le hemos entregado divisas de la agroindustria y sectores farmacéuticos les han cerrado las cuentas y les han imposibilitado efectuar transacciones con dólares, a sectores de la empresa privada. Para que se den cuenta hasta dónde llega la locura del imperialismo», expresó el funcionario durante una rueda de prensa. Por eso, anunció el chavista, a partir de ahora las transacciones cambiaras serán en euros.
En Venezuela hay un férreo control de cambio vigente desde 2003.
El Aissami también anunció que, debido a la recuperación de los precios del petróleo venezolano (que la semana pasada se ubicó en 74,63 dólares por barril) el gobierno volverá a ofertar divisas en su sistema de subastas, que últimamente sólo las recibía del sector privado.
«El presidente ha decidido que 2.000 millones de euros vayan al mercado cambiario nacional (…). El gobierno va a hacer ofertas de divisas en los meses de noviembre y diciembre para los sectores productivos y para las personas naturales. Divisas a una tasa real, no criminal», acotó el funcionario.
Washington ha adoptado sanciones financieras contra el país, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), el presidente Nicolás Maduro y varios de sus colaboradores más cercanos, incluida su esposa Cilia Flores y El Aissami.
Los ciudadanos y empresas estadounidenses tienen prohibido transar deuda del gobierno y de PDVSA, lo que según Maduro forma parte de una «guerra económica» para intentar derrocarlo.
El país petrolero, dependiente de las importaciones, enfrenta una aguda crisis económica, con escasez de alimentos y medicinas y una hiperinflación que este año podría cerrar en 1.350.000%, según el FMI, y en 10.000.000% en 2019.