La neerlandesa Anna van der Breggen confirmó su favoritismo a la victoria en la prueba de fondo en carretera y venció con una exhibición en los últimos 50 de los 144 exigentes kilómetros de recorrido para completar un doblete -el viernes ganó la contrarreloj- en los Campeonatos del Mundo de ciclismo que se disputan en Imola/Emilia-Romagna (Italia).
Si en la crono la neerlandesa se aprovechó de una dura caída de la anterior campeona, la estadounidense Chloe Dygert, cuando iba camino de revalidar el título, su triunfo en la prueba de fondo en carretera fue incontestable.
Acompañaron en el podio a Van der Breggen, que acabó la carrera en 4 horas 9 minutos y 57 segundos, su compatriota y anterior campeona Annemiek van Vleuten y la italiana Elisa Longo Borghini, ambas a un minuto y 21 segundos.
Van Vleuten bastante hizo logrando la plata en un peleado sprint con una Longo que casi la cierra hacia las vallas tras llegar a la carrera recién operada de la muñeca que se dañó al caerse hace una semana en el Giro Rosa.
Las primeras españolas, la balear Mavi García y la vasca Ane Santesteban, terminaron decimoctava y vigésimo tercera dentro del grupo principal que se jugó la cuarta plaza, que logró otra holandesa, Marianne Vos, a 3.08 de la ganadora.
La mallorquina se había metido anteriormente en una escapada de nueve unidades lejana pero con esperanzas de concentrarse y las dos se mantuvieron en el tramo final en el grupo cabecero de una treintena de corredoras.
La impresionante carrera de Van der Breggen, en línea también oro en 2018 y plata en 2015 y 2019, no pudo ser contrarrestada por ninguna rival, entre las que la principal era la vigente campeona Annemiek van Vleuten, que llegaba con la dudas y casi al límite por su operación.
La corredora que defendía el arco iris intentó estar con la ganadora en el ataque clave a 42 kms. de meta, pero se tuvo que quedar en un cuarteto perseguidor que fue cazado por el pelotón.
Pero no desfalleció y ayudó a Longo Borghini a irse del grupo perseguidor en la última subida de la jornada, la Cima Galisterna, con la cima a 10 kms. de meta. En la primera de las subidas, Mazzolano, aunque en la penúltima de las cinco vueltas de 28,8 kilómetros de las que constaba el recorrido, fue cuando Van der Breggen desató su ataque.
Los dos muros son parecidos, de unos 2,7 kms., más del 6 por ciento de pendiente media y tramos de hasta el 14 por ciento, y endurecen muchísimo la carrera.
Escaramuzas iniciales y una escapada de nueve corredores animaron los 90 primeros kilómetros. En la fuga, que no pasó de los dos minutos y medio se incrustaron la española Mavi García y la holandesa Amy Pieters. Lo que le dio cierta tranquilidad a la muy favorita escuadra naranja, que pareció desentenderse provocando la reacción de Australia y Nueva Zelanda.
Pero o era parte del plan o era un cebo en el que cayeron las oceánicas. Ya que, justo entrando en la penúltima de las cinco vueltas al circuito, Van der Breggen desató su ataque en Mazzolano, se quedó ya sola en Cima Galisterna
Por detrás, Van Vleuten, Longo, la británica Elizabeth Deignan y la danesa Cecilie Utrupp Ludwig formaron un cuarteto que no solo no pudo seguirla sino que fue cazado por el grupo principal. Del que saltaron la holandesa y la italiana para repartirse plata y bronce.