Muchas estrellas, pocas emociones. Edinson Cavani y Luis Suárez de un lado, Lionel Messi y Paulo Dybala del otro. Uruguay y su habitual vehemencia, Argentina y su nuevo funcionamiento. Para los locales basta con poner garra, con ser corajudos. Para los visitantes no es entendible lo apacible que fue un equipo con jugadores tan talentosos.
“El fútbol nunca ha tenido corazón”, dijo alguna vez Jorge Valdano cuando le preguntaron por su análisis de un parco empate entre Real Madrid y Barcelona. Y lo de ayer en el clásico del Río de la Plata aplica, pues hubo muchas neuronas, mucha precaución y poco espacio para los instintos. Argentina, como lo anticipó Jorge Sampaoli, tuvo una actitud ofensiva, rotando la pelota, pero con poca profundidad.
Lionel Messi volvió a ser el solitario 10, el que esperan que haga todo y que termina haciendo muy poco, pues en un deporte colectivo la capacidad individual no es suficiente. Le pegaron a más no poder, lo ablandaron, zapatazos a la espinilla. La fuerza a opacar la delicadeza con el balón. Muy uruguayo, muy de ellos.
Discreta actuación de Ángel Di María, también de Dybala. Superioridad numérica en ataque para el visitante, una que otra opción por lado y lado, y gran respuesta de los arqueros Sergio Romero y Fernando Muslera. Debut oficial de Sampaoli al mando de la albiceleste y cuarto partido sin ganar de manera consecutiva para los charrúas que pudieron mantener el tercer lugar por detrás de Colombia.
Argentina sigue en la casilla del repechaje y eso preocupa a una afición que no tolera que el nombre de su país no esté en la parte alta de la clasificación. El partido empezó de manera acelerada, con toques a una intención, como si no se jugaran 90 minutos sino la mitad del tiempo. Un afán por marcar que generó desorden. Y de a poco se apaciguó todo, los niveles de adrenalina se regularon y todo fue parco.
El empate de Colombia con Venezuela motivó aún más, pero no llegaron los goles y de a poco la igualdad se vio con buenos ojos, fue aceptada. Se notó más que todo en la segunda parte, cuando los locales se resguardaron ante una hinchada que pedía más. El combate no dejó vencedor, pero la batalla aún no termina.
Todavía quedan tres fechas. Uruguay tiene que visitar a Paraguay, también a Venezuela y cerrar en casa con Bolivia. Con seis puntos, de los nueve posibles, pondría un pie en Rusia. Argentina debe ser local frente a Venezuela y Perú, y cerrar en Ecuador. Ganando en el Monumental y con una igualdad en Quito también está dentro. El 0-0 del clásico no fue del todo malo, ni para los uruguayos ni para argentinos, mucho menos para los colombianos, que a pesar de no poderle ganar al colero de la eliminatoria mantuvieron el segundo puesto por detrás de Brasil.
– Ficha técnica:
- Uruguay: Fernando Muslera; Martín Cáceres, José María Giménez, Diego Godín, Gastón Silva; Nahitan Nández, Matías Vecino, Álvaro González (m.66, Mathías Corujo), Cristian Rodríguez; Luis Suárez (m.82, Cristian Stuani) y Edinson Cavani.
Entrenador: Óscar Washington Tabárez.
- Argentina: Sergio Romero; Gabriel Mercado, Federico Fazio, Nicolás Otamendi; Marcos Acuña (m.50, Lautano Acosta), Lucas Biglia, Guido Pizarro, Ángel Di María (m.90, Joaquín Correa); Paulo Dybala (m.70, Javier Pastore), Lionel Messi y Mauro Icardi.
Entrenador: Jorge Sampaoli.
Árbitro: el peruano Víctor Carrillo amonestó a Álvaro González, Marcos Acuña, José María Giménez, Javier Pastore y Cristian Rodríguez.
Incidencias: partido de la decimoquinta jornada de las eliminatorias de clasificación al Mundial de Rusia 2018 disputado en el Estadio Centenario, en Montevideo, con aforo completo.