Al menos 45 de los peregrinos que llegaron a Brasil en julio pasado con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud con el papa Francisco han pedido refugio en Brasil por sentirse perseguidos en sus países, informó hoy el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Las solicitudes han sido hechas por jóvenes procedentes de países como Pakistán, Sierra Leona y República Democrática del Congo, que alegan sufrir persecuciones en sus países de origen por profesar la religión católica u otro tipo de amenazas.
La Archidiócesis de Río de Janeiro ha recibido unas 40 solicitudes para intermediar en los procesos de refugio y la Archidiócesis de Sao Paulo otras cinco, según un comunicado divulgado hoy por la ACNUR en Río de Janeiro.
Los solicitantes dijeron haber viajado a Brasil para participar en la Jornada Mundial de la Juventud, que fue clausurada por el papa Francisco el 28 de julio con una misa para un poco más de tres millones de católicos en Copacabana, la playa más conocida de Río de Janeiro.
Según cálculos del Ministerio de Turismo de Brasil, la visita del Pontífice a Río de Janeiro atrajo a cerca de 800.000 peregrinos de todo el mundo.
De acuerdo con la ACNUR, así como todas las personas que solicitan refugio en Brasil, las peticiones de los peregrinos serán analizadas inicialmente por el Comité Nacional de Refugiados (Conare), una entidad coordinada por el Ministerio de Justicia.
De los peregrinos que solicitaron refugio en Río de Janeiro, al menos doce dijeron sufrir persecuciones religiosas directas.
«Mi padre fue asesinado por ser cristiano y siempre le dijo a mi madre que lo mismo podría ocurrirle a toda la familia. La Jornada Mundial de la Juventud me dio la oportunidad de solicitar una visa para salir del país», afirmó Peter Atuma, un católico de 24 años procedente de Sierra Leona, en declaraciones citadas en el comunicado.
Según la ACNUR, los solicitantes de refugio están siendo asistidos, alojados y alimentados provisionalmente por voluntarios de la Iglesia Católica y por autoridades municipales.
La concesión del refugio permitirá que esos peregrinos reciban una ayuda financiera mensual y que realicen cursos de portugués o de capacitación profesional gratuitamente.
Río de Janeiro, 22 ago (EFE).-