Un estudio de la Universidad de York exploró los efectos del enmascaramiento en la capacidad del usuario para reconocer a los demás, y los resultados sorprendieron incluso a los propios investigadores.
El profesor Erez Freud fue coautor del estudio con dos estudiantes de pregrado de la Universidad de York, Daniela Di Giammarino y Carmel Camilleri, para determinar cómo se ve afectada la percepción de los demás por parte de los usuarios de mascarillas.
“Realmente llevamos a cabo cuatro estudios diferentes. Entonces, en el primer estudio que puede ver aquí, les pedimos a los participantes que usaran una máscara o que no la usaran, mientras realizaban una tarea de reconocimiento facial”, dijo Freud. “Descubrimos que usar una máscara reduce su capacidad para reconocer rostros”.
En la segunda versión del estudio, se pidió a los participantes que identificaran si dos rostros que usaban máscaras eran la misma persona o no, tanto con máscara como sin ella.
“Una vez más, descubrimos que cuando tienes las máscaras en la cara, la capacidad de percepción cae alrededor del 10 por ciento”, explicó Freud.
Se pidió a los participantes que reconocieran objetos en lugar de rostros en la tercera versión del estudio, y los resultados no mostraron ningún efecto sobre la capacidad de reconocer un objeto con una máscara puesta, lo que solidifica que el fenómeno solo ocurre cuando se reconocen rostros.
En la cuarta versión del estudio, los investigadores encontraron que usar una máscara en otra parte de la cara o la cabeza no tenía efecto en la percepción de la cara.
El estudio involucró a 80 participantes de todo el mundo y se realizó en línea. Freud cree que hay dos posibles explicaciones de por qué usar una máscara podría interferir con la capacidad de reconocer rostros.
“El otro mecanismo se llama intrusión egocéntrica, es decir, tomamos en cuenta lo que otros pueden ver. Entonces, si uso una máscara, creo que soy menos reconocible y, por lo tanto, disminuye mi capacidad para reconocer a los demás”.
Los resultados del estudio refuerzan que lo que uno podría estar percibiendo no siempre es una descripción precisa de lo que alguien realmente está viendo.
“Si no podemos reconocer a los demás, obviamente podría cambiar la forma en que interactuamos con los demás”, aseveró Freud. “Entonces, debemos tener esto en cuenta cuando miramos a otros con máscaras, cuando usamos una máscara, debemos entender que otros pueden ser menos capaces de reconocernos y debemos ser un poco más pacientes entre nosotros”.