Una jueza de Bogotá le impuso hoy una pena de 48 años de prisión a un hombre que aceptó haber torturado, violado, asesinado y empalado a una mujer en un céntrico parque de la capital colombiana en mayo pasado.
Javier Velasco, de 44 años, reconoció hace un mes los delitos de homicidio agravado, tortura y acceso carnal violento de Rosa Elvira Cely, que fue su compañera de estudios en el plantel en donde validaban estudios de secundaria.
Tras escuchar la pena impuesta por la jueza segunda penal, el electricista pidió perdón al país, mientras que familiares de la víctima reclaman que no recibiera beneficios por haber confesado el horrendo crimen que conmocionó a Bogotá.
«Quiero pedirle perdón a la sociedad y a los familiares de las víctimas. Le pido a Dios y a todos que me perdonen», dijo Velasco en la audiencia.
La Fiscalía había pedido la máxima pena para el agresor, que en la legislación colombiana es de 60 años, pero Velasco logró rebajarla a 48 años tras confesar sus delitos.
Velasco pidió a la jueza garantías para su seguridad y su vida porque ha sido «amenazado en la cárcel».
La jueza señaló en sus consideraciones que Rosa Elvira fue víctima de «aterradoras lesiones», de la «profanación de su integridad sexual y de hechos de extrema barbarie», como el empalamiento.
Rosa Elvira Cely, de 35 años, trabajaba en un pequeño puesto de venta callejera de dulces en el día y estudiaba secundaria en la noche.
Era madre de una menor de 14 años y en la madrugada del 24 de mayo pasado cuando era ultrajada, tuvo fuerzas para llamar por su teléfono móvil a una línea de emergencia para informar que era violada y torturada.
La Policía y los bomberos la hallaron semidesnuda, acurrucada, tiritando de frío, con heridas de arma blanca y empalada, según el reporte oficial.
La mujer fue trasladada a un centro médico del sur de la ciudad y alcanzó a señalar a las autoridades a su agresor.
En el hospital, Cely sufrió un paro cardiaco recién fue internada y cuatro días después falleció como consecuencia de una infección generalizada.
