El caso del exjugador de los Patriots de Nueva Inglaterra, el ala cerrada de origen puertorriqueño Aaron Hernández, entró en una nueva fase después que un jurado lo imputó formalmente de asesinato en primer grado.
El jurado de acusación encargado de ver la evidencia presentada por la fiscalía determinó acusar formalmente a Hernández del cargo de asesinato premeditado por la muerte de otro jugador de fútbol americano, cuyo cuerpo fue hallado sin vida cerca de la casa del extitular de los Patriots.
El pliego de acusación fue presentado el jueves y en el mismo se determina que Hernández mató a Odin Lloyd, un hombre de 27 años, que jugaba fútbol americano fuera de la NFL, pero salía con la hermana de la novia del acusado, que fue dado de baja inmediatamente de los Patriots con quien tenía firmado un contrato por cuatro temporadas 40 millones de dólares.
El jurado también acusó a dos personas con vínculos con Hernández, que están detenidos como son Ernest Wallace, imputado como cómplice del asesinato después de los hechos, y Tanya Singleton por desacato penal.
Hernández se declaró inocente en junio de los cargos de asesinato y posesión de armas de fuego y sus abogados alegan que el caso en su contra es circunstancial.
La exestrella de los Patriots, equipo que milita en la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), permanece en la cárcel sin derecho a fianza después que una juez considerase que podría escapar.
La fiscalía dice que Hernández planificó el asesinato de Lloyd porque habló en un club nocturno con enemigos del exjugador de los Patriots, el cual se enfureció por tal acción, del que en principio era su amigo.
Hernández, que podría ser sentenciado a cadena perpetua si es hallado culpable, ha insistido que superara la prueba que le ha puesto «Dios» y demostrará a todos su inocencia.
