El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha ganado con el 49,5 % de los votos las elecciones presidenciales celebradas el domingo, y tendrá que concurrir en una segunda vuelta el 28 de mayo ante el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, al no haber obtenido la mayoría absoluta.
El presidente de la Comisión Electoral, Ahmet Yener, indicó que con el recuento prácticamente terminado, ninguno de los candidatos logrará superar el 50 % de los votos.
Los datos preliminares dan a Kiliçdaroglu el 45 % de las papeletas.
En las presidenciales, Erdogan, que lleva 20 años en el poder, ha ganado en 51 de las 81 provincias del país, esencialmente de Anatolia y las zonas de interior.
El presidente sí pierde en Ankara, donde está la capital, y en el sureste fronterizo con Siria, Irak e Irán, donde se concentra la población kurda.
Por contra, los mapas de distribución de voto muestran que casi toda la franja costera del país, desde Estambul hasta el Mediterráneo, ha apoyado a Kemal Kiliçdaroglu.
Es aquí donde se concentra buena parte de la industria turística del país y grandes ciudades como Esmirna o Antalya.
En las parlamentarias, Erdogan ha dado la vuelta a las encuestas que auguraban que su partido, el AKP, perdería la mayoría absoluta que mantiene, con una breve interrupción, desde 2002, si bien más gracias al buen resultado de sus socios que del suyo propio.
Su partido ha perdido 29 diputados respecto a 2018, pero el ultranacionalista MHP ha resistido bien y sube un escaño, lo que unido a los 5 que obtiene una formación islamista aliada de Erdogan, le da una mayoría de 321 escaños en un parlamento de 600.
También contribuye a la victoria de Erdogan el apoyo de los turcos que viven en el extranjero, donde el recuento provisional le da el 56 % de los apoyos.
Erdogan gana en todos los países del norte de África y en Europa Central, mientras que la oposición gana en América y países como Italia o España, donde Kiliçdaroglu obtiene el 82 %.