Una brecha cada vez más profunda entre el primer ministro Justin Trudeau y su Ministro de Finanzas sobre el gasto por coronavirus, también se ve alimentada por desacuerdos sobre el alcance y la escala de las iniciativas verdes propuestas, dijeron tres fuentes familiarizadas con el asunto.
Trudeau y Morneau se reunirán en un intento por resolver sus diferencias, dijo una cuarta fuente al tanto de la reunión.
Morneau y su equipo han rechazado la propuesta de otros ministros del gabinete sobre cuántos fondos se necesitaban, incluido hasta qué punto se podría ayudar a la recuperación invirtiendo en proyectos ambientales, agregaron las personas.
Cambiar el rumbo de la economía canadiense
Trudeau, que hizo campaña en una plataforma para abordar el cambio climático, cree que el presupuesto de 2021 debería tener un elemento ambiental ambicioso para comenzar a desviar la economía fuertemente dependiente del petróleo de los combustibles fósiles y recientemente contrató al ex gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, como asesor informal, dicen los informantes.
El nombramiento, junto con un informe de Globe and Mail de que Trudeau y Morneau se habían enfrentado por la cantidad de dinero que Ottawa está gastando para combatir el coronavirus, generó especulaciones sobre el futuro del ministro de Finanzas que ha estado a cargo desde finales del 2015.
Cuando se le preguntó por una reacción a los informes de Reuters, el portavoz de Trudeau, Cameron Ahmad, señaló que el primer ministro emitió un comunicado el martes diciendo que tenía «plena confianza» en Morneau, quien, según sus confidentes, está alarmado por los crecientes déficits presupuestarios.
La resistencia de Morneau
La resistencia de Morneau a las costosas iniciativas ambientales refleja sus raíces en Bay Street, el centro financiero de Toronto, y la opinión de los liberales de derecha de que los déficits están fuera de control.
Las posibles medidas presupuestarias van desde inversiones para ayudar a las provincias a reducir su huella de carbono, impulsar la investigación en tecnologías limpias y fomentar la construcción de edificios eficientes.
«Morneau ha estado diciendo: ‘Necesitamos controlarnos’. Y eso no siempre es popular», dijo una de las tres fuentes familiarizadas con el asunto.
