El Primer Ministro llegó a Gran Bretaña cuando los planes para evacuar a los civiles de una ciudad portuaria de Ucrania colapsaron por segunda vez.
Se esperaba que los residentes abandonaran Mariupol durante el alto el fuego local de 10:00 a.m. a 9:00 p.m., aseguraron las autoridades militares ucranianas más temprano ese día; pero el asesor del Ministerio del Interior, Anton Gerashchenko, afirmó más tarde que las evacuaciones planificadas se detuvieron debido a un ataque en curso de las tropas rusas.
No es posible saber el número exacto de personas muertas hasta ahora desde la invasión del 24 de febrero. La oficina de derechos humanos de las Naciones Unidas explicó que se ha confirmado la muerte de 364 civiles, pero es probable que la cifra real sea mucho mayor. Los funcionarios rusos y ucranianos no han proporcionado información sobre bajas militares.
El Ministerio de Defensa británico aseveró el domingo, en una actualización de inteligencia, que las tácticas de Rusia en Ucrania eran comparables a su anterior bombardeo de ciudades en Chechenia en 1999 y Siria en 2016 con ataques aéreos y artillería, después de que las fuerzas rusas enfrentaran una resistencia inesperada.
El informe de inteligencia muestra que la fuerza de los combatientes ucranianos sigue sorprendiendo a los rusos y que el bombardeo de ciudades, incluidas Kharkiv, Chernihiv y Mariupol, representó un esfuerzo por quebrantar la moral ucraniana.