El primer ministro Justin Trudeau asegura que existe una diferencia fundamental entre la problemática relación de Canadá con los pueblos indígenas y el abuso sistémico y las violaciones de los derechos humanos de China contra los uigures musulmanes étnicos.
Trudeau agregó que Canadá sabe que su relación con los pueblos indígenas está rota, pero que tenía una Comisión de la Verdad y Reconciliación la cual está trabajando para tratar de abordar los problemas.
China, explica, ni siquiera está dispuesta a admitir que hay un problema.
«¿Dónde está la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de China?» Trudeau preguntó en una conferencia de prensa afuera de su casa en Ottawa.
«¿Dónde está su verdad? ¿Dónde está la apertura que Canadá siempre ha mostrado y la responsabilidad que Canadá ha asumido por los terribles errores del pasado, y de hecho, muchos de los cuales continúan en el presente?, añadió».
Sus comentarios se produjeron poco después de un enfrentamiento diplomático entre Canadá y China en el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Suiza el martes.
La embajadora de Canadá ante la ONU en Ginebra, Leslie Norton, leyó una declaración en nombre de 44 países instando a China a permitir «acceso inmediato, significativo y sin restricciones» para que los observadores independientes puedan visitar su región occidental de Xinjiang.
En la misma reunión, el enviado chino Jiang Duan exigió que Canadá detuviera sus violaciones de los derechos humanos en su propio patio trasero.
«Instamos a Canadá a que detenga de inmediato las violaciones de los derechos humanos», aseguró, y agregó que los organismos de la ONU deberían «seguir siguiendo las cuestiones de derechos humanos en Canadá».
Criticó el maltrato pasado de Canadá a los pueblos indígenas y el reciente descubrimiento de los restos de más de 200 niños en una escuela residencial para indígenas en Canadá. Pidió una «investigación exhaustiva e imparcial» de los casos de crímenes contra los pueblos indígenas y criticó el racismo y la xenofobia en Canadá.
La declaración de China sobre Canadá llegó con el apoyo de Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Irán y Siria, principalmente países con los que la relación de Canadá es tensa, si es que la hay.
La declaración de Canadá contó con el respaldo de 44 países de los cinco continentes, aunque la lista está dominada por aliados norteamericanos y europeos.
«Estamos muy preocupados por la situación de los derechos humanos en la región autónoma uigur de Xinjiang», afirmó Norton, en un comunicado respaldado por otros 43 países.
Citó informes creíbles de detenciones arbitrarias y vigilancia generalizada, así como «tortura o tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, esterilización forzada, violencia sexual y de género y separación forzada de los niños de sus padres por parte de las autoridades».
«Instamos a China a que permita el acceso inmediato, significativo y sin restricciones a Xinjiang para los observadores independientes, incluido el Alto Comisionado, y a que aplique urgentemente las 8 recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial relacionadas con Xinjiang, incluso poniendo fin a la detención arbitraria de uigures y miembros de otras minorías musulmanas», añadió.
Norton reconoció en la reunión que Canadá «históricamente ha negado los derechos de los pueblos indígenas a través de políticas y prácticas asimilacionistas».
