La entidad OCP, que opera el Oleoducto de Crudos Pesados en Ecuador, anunció que ha iniciado un proceso de limpieza y remediación ambiental en la zona afectada por un vertido de crudo provocado por la rotura de esa tubería en una región montañosa de la Amazonía.
Dicho consorcio señaló en un comunicado que inició de manera inmediata las acciones de limpieza, así como el proceso de reparación del oleoducto en el sector del río Piedra Fina, en la zona del volcán Reventador, donde se ha registrado, desde hace un par de años, un proceso de erosión del suelo.
Los trabajos permitirán «evitar, reducir, mitigar y reparar cualquier impacto relacionado con la rotura del OCP, producida por el desprendimiento de piedras sobre la infraestructura de transporte» ocurrido el pasado viernes, indicó la empresa.
Añadió que han iniciado las acciones de contención orientadas a evitar daños ambientales y que para alcanzar ese objetivo se han instalado “piscinas de contención” de crudo.
Además, remarcó que ha detenido su operación de transporte de petróleo, “como medida preventiva”, servicio que “será restablecido cuando se den las condiciones adecuadas para el efecto”.
La operadora informó que ha dispuesto medidas para mantener el proceso de recepción de petróleo en su puerto de embarque, con el objetivo de que «no haya afectación en la provisión del servicio público de transporte de hidrocarburos y en las exportaciones de crudo del país».
También señaló que ha desplazado personal especializado al sitio del percance y ha contratado a otras empresas afines para dar una primera respuesta en este tipo de situaciones.
«El equipo dispuesto tiene la misión de tomar las medidas y acciones necesaria para proteger el medioambiente, así como evitar cualquier afectación a las comunidades aledañas al incidente», agregó el consorcio petrolero en su comunicado.
Precisó que se han ubicado puestos de control en varios sectores de la zona afectada y remarcó que trabaja de manera coordinada con autoridades del Gobierno y de la provincia amazónica de Napo.
«Se ha desplegado un plan de comunicación para mantener a las comunidades informadas sobre los avances del incidente», agregó OCP, cuyo gerente de operaciones, Roberto Grijalva, ratificó la decisión de su empresa de disponer «el uso de todos los recursos necesarios para garantizar la protección del medioambiente, evitar afectaciones sociales y la reparación pronta y eficiente de la infraestructura».
Indígenas y activistas ecológicos de la Amazonía de Ecuador han advertido de la llegada de trazas de contaminación petrolera a las riberas del caudaloso río Coca, en el que desemboca el río Piedra Fina.
El abogado Pablo Fajardo, que defiende a comunidades indígenas afectadas por la petrolera estadounidense Texaco (ahora Chevron), aseguró que habitantes de la comunidad de Panduyacu han constatado trazas de contaminación en el río Coca.
«Hay vídeos de la comuna Panduyacu, que se encuentra en las riberas del río Coca y que es una de las más cercanas» al sitio de la avería del oleoducto, que muestran la presencia de manchas de petróleo en dicho afluente, aseguró Fajardo.
La empresa OCP había asegurado el viernes que el vertido ya había sido controlado y que el sitio de la rotura del OCP no se encontraba directamente expuesto a los ríos de la zona.
Con una producción diaria de unos 530.000 barriles, Ecuador tiene en la exportación petrolera a una de sus principales fuentes de ingreso de divisas y de financiación de su presupuesto estatal.
