Los pasaportes de vacunas se están convirtiendo en el último desafío para los trabajadores de restaurantes en Canadá, ya que muchos enfrentan abuso verbal, acoso sexual y racismo por parte de los clientes.
El personal de los restaurantes de todo el país confiesan que, si bien la mayoría de los clientes respetan los requisitos de las nuevas vacunas, otros refutan y resultan enojados.
Describen un entorno de trabajo en el que habitualmente se les interroga sobre las políticas de certificación de la vacuna COVID-19, y un pequeño número de clientes se vuelve beligerante e intimidante.
En respuesta, algunos operadores de restaurantes han contratado guardias de seguridad para revisar los registros de vacunación y la identificación antes de permitir que los clientes se sienten a la mesa.
Pero en la mayoría de los casos, la responsabilidad recae en el personal de la sala: una fuerza laboral mayoritariamente joven, a tiempo parcial y con bajos salarios que ya se encuentra bajo presión por la escasez de mano de obra en toda la industria.
Para una sector tan maltratado por las medidas de salud pública pandémicas, las reglas del pasaporte de vacunas han sido otro golpe.
Mientras luchan por permanecer abiertos y hacer todo lo posible para hacer cumplir los mandatos de las vacunas, las restricciones han aumentado aún más la carga de trabajo del personal y han afectado las ventas, según un grupo de la industria.
Restaurants Canada descubrió en una encuesta reciente que más de la mitad de los operadores de restaurantes dicen que sus empleados han experimentado enfrentamientos hostiles por parte de personas que se oponen a las nuevas reglas.
La encuesta también encontró que el 20 por ciento de los restaurantes ha perdido personal y más del 60 por ciento dice que necesita contratar más trabajadores.
El grupo indica que los restaurantes deberían ser compensados por el costo de hacer cumplir los mandatos de vacunas, lo que los ayudaría a contratar más trabajadores. También está pidiendo que se levanten las restricciones de capacidad y distanciamiento ahora que se están haciendo cumplir los requisitos de vacunas.
Aún así, los trabajadores de los restaurantes de primera línea sugieren que algunos clientes pueden estar falsificando registros de vacunas.
