Los trabajadores de salud de Ottawa se encuentran divididos ante el panorama de la vacunación obligatoria para ellos, así como fue implementada la inoculación obligatoria a los empleados del gobierno.
Suzanne Lanthier, quien trabaja en el cuidado de la salud, está completamente vacunada y cree que todos los demás trabajadores del sector de la salud también deberían estarlo pues corren un gran riesgo de contagio al desarrollar su trabajo de primera línea.
“Tienes que salvar a tu familia. Tienes que salvar a todo el mundo de verdad ”, confesó Lanthier. “Estoy a favor de la vacunación; pero las personas que no la quieren, no me corresponde a mí hablar con ellos porque respeto sus deseos. Cada persona es autónoma al escoger su posición ante el tema».
Ya se habló de la vacunación obligatoria para los trabajadores federales, y la Asociación Médica de Ontario está pidiéndole al gobierno de Ontario que las ordene también para todos los trabajadores de la educación.
El abogado laboralista Lior Samfiru sostiene que negarse a recibir una vacuna cuando es obligatorio para su trabajo podría hacer que lo despidan.
“El único momento en este punto en que una cláusula de vacuna obligatoria puede ser legal es si es un mandato del gobierno, en lugar de imponerse unilateralmente por el empleador”, manifestó Samfiru.
“Para todos los demás empleados, que no tienen una razón médica para no vacunarse, corren el riesgo de perder su trabajo. No reciben ninguna indemnización porque están decidiendo no vacunarse. Además, no calificarán para ningún beneficio del gobierno en esa situación. Y, por supuesto, también les resultará difícil volver a trabajar», añadió.
La cuestión de las vacunas obligatorias genera divisiones incluso entre los trabajadores de la salud. Mientras unos están completamente en contra, otros apoyan la idea, pero también indican que el empleado debe tener la libertad de elección.
“Estamos tratando con pacientes muy vulnerables y enfermos”, enunció la trabajadora de salud Nadia Lauzon. «No quiero ser quien lo trajo y provocó un brote, pero también creo en el elemento de la elección personal».
Pero hay una buena razón por la cual muchos trabajadores de la salud que se han enfrentado al COVID-19, como Suzanne Lanthier, están a favor de las vacunas obligatorias.
«He estado en esas UCI y he visto pacientes con ventiladores», dice Lanthier. «Lo he visto todo. Es real y es muy triste».
Lo que si es necesario plantearnos es la necesidad que se tiene de controlar la pandemia, y hasta el momento, el mejor método ha sido la vacunación, con la cual, se han disminuído los números de muertes y hospitalizaciones.
