CANADÁ – Un trabajador de fundición de Algoma se volvió viral después de decirle al primer ministro Justin Trudeau exactamente lo que piensa de él mientras el líder liberal intentaba conseguir apoyo durante una parada en Sault Ste. Marie.
La visita de Trudeau a la ciudad se produjo después del anuncio del gobierno de que impondrá un impuesto adicional del 25% al acero y al aluminio fabricados en China, así como a los vehículos eléctricos importados del país comunista.
Pero cuando Trudeau intentó alardear de sus nuevas políticas en Algoma Steel, uno de los empleadores más grandes de la ciudad, se encontró con un empleado descontento, que se quejó de su lucha para llegar a fin de mes.
En las imágenes, filmadas el viernes, el hombre no identificado se negó a estrechar la mano de Trudeau después de que el primer ministro le ofreciera algunos dulces.
“Oye, tenemos donas aquí para agradecerte por tu arduo trabajo”, dijo Trudeau alegremente.
“Tal vez pueda llevar algo a casa para mis hijos”, respondió sarcásticamente el empleado.
“Los aranceles del 25% que acabamos de imponer al acero chino te van a ayudar… eso te permitirá conservar tu trabajo”, le dijo Trudeau al hombre.
“¿Eso me ayudará a conservar mi trabajo? ¿Qué pasa con el 40% de impuestos que estoy pagando? Y no tengo médico”, respondió el empleado de Algoma Steel, añadiendo que también tiene que pagar de su bolsillo su propio cuidado dental.
Tras darse cuenta rápidamente de que su visita no iba tan bien como esperaba, Trudeau dijo que una inversión reciente del gobierno significaba que el trabajador «iba a tener un trabajo durante muchos años».
«Creo que sólo estás aquí por otro año; no te veremos por aquí en otro año», dijo el empleado de la planta siderúrgica con desdén, haciendo referencia a los números decrecientes de Trudeau en las encuestas .
“ Para eso están las elecciones”, dijo Trudeau, tratando de poner fin a la incómoda conversación. “Espero que todos ejerzan su derecho a votar… Vamos a invertir en ustedes y en sus puestos de trabajo”.
» No te creo ni un segundo», respondió el hombre.
Pero Trudeau, impertérrito, intentó hacer una última remontada destacando una iniciativa liberal para ayudar a los canadienses a obtener atención dental . “¿Conoce a alguien que reciba atención dental?”, preguntó.
“Sí, lo pago yo mismo”, respondió el trabajador. “Cada vez que vamos al dentista, me cuesta unos 50 dólares de bolsillo por persona. ¿Por qué? Tengo un buen trabajo. En realidad, no estás haciendo nada por nosotros, Justin”.
“Acabamos de invertir, por lo que medio millón de personas que no habían ido al dentista, pudieron hacerlo en los últimos años”, respondió Trudeau.
“Probablemente como mi vecina, que no va a trabajar porque es perezosa. Simplemente no va a trabajar”, respondió el trabajador, dando a entender que los canadienses desempleados tienen mejor acceso a la atención sanitaria que él.
“¿Sabes qué? La mayoría de los canadienses intentan defenderse entre sí, y eso es lo que tenemos que seguir haciendo”, dijo Trudeau, nervioso, poniendo fin al intercambio de palabras antes de intentar estrecharle la mano al hombre, a lo que este se negó una vez más.
Claramente aturdido, el desconcertado Trudeau miró a su alrededor, encontrando finalmente consuelo en sus bocadillos gratis.
“Los otros se quedaron con las donas”, dijo Trudeau. “Excelente”.
En X, la multitud anti-Trudeau elogió al trabajador por ser «intrépido» mientras desmenuzaba la «ensalada de palabras» del político.
“ Lo miró directamente a los ojos y le dijo que era un mentiroso y que no iba a estar por aquí mucho más tiempo. Esto es exactamente lo que necesitamos ahora. Hombres de la clase trabajadora que se enfrenten a estos tiranos y no se acobarden”, escribió una persona .
“ Esto es como cuando tu gerente te trae pizza para agradecerte por venir el fin de semana, excepto que con donas y (un) político corrupto”, agregó otro.
En YouTube, donde un clip del tenso intercambio ha acumulado más de medio millón de visitas , los comentaristas elogiaron al empleado por reprender a Trudeau.
“El trabajador mantuvo la calma, no recurrió a los insultos y expresó sus sentimientos con claridad. ¡Bien hecho!”, escribió una persona, mientras que otra calificó al trabajador, que vestía una camiseta del Local 2251, de “leyenda”.
“ Por fin un tipo realista que plantea cuestiones normales. A Trudeau no le importa en absoluto la vida real de los canadienses. Quiere exponer sus puntos de vista ante las cámaras y, como la mayoría de los líderes desconectados de la realidad, quiere que dejemos de hacer preguntas. ¿Quién pagó por las donas?… nosotros”.
