El primer museo del continente americano dedicado exclusivamente al arte y las culturas musulmanas, el Museo Aga Khan, abre sus puertas hoy en Toronto (Canadá) para convertirse en un centro educativo en Norteamérica.
Aga Khan Development Network y Aga Khan Trust for Culture han invertido unos 300 millones de dólares en la construcción del museo y el adyacente Centro Ismaelita en una parcela de unas 7 hectáreas en una de las entradas de la ciudad de Toronto.
El Museo Aga Khan ha sido diseñado por el arquitecto japonés Fumihiko Maki que el miércoles explicó el concepto del edificio dominado por las líneas angulares y posicionado en 45 grados con respecto al norte solar para asegurar que todas las superficies exteriores reciban luz natural durante el curso del día.
En su interior, el espacio está dividido para su uso tanto en exhibiciones de colecciones de objetos como programas educativos o actuaciones culturales.
El director del Museo Aga Khan, Henry Kim, señaló que la colección permanente del museo está compuesta por unos 1.000 objetos, desde pinturas a manuscritos pasando por miniaturas, cerámicas, textiles e instrumentos músicos procedentes de lugares como la Península Ibérica o China.
Uno de los objetos presentes de la colección permanente es uno de los preferidos por el príncipe Shah Karim Al Hussaini, el Aga Khan (título con el que se identifica al líder de los ismaelitas nizaríes), un astrolabio producido en el siglo XIV en Andalucía.
El español Luis Monreal, gerente del Aga Khan Trust for Culture, miembro del consejo de dirección del Museo Aga Khan y que ha estado íntimamente ligado a su creación desde su origen, dijo en una entrevista con Efe que el astrolabio es un «símbolo» del museo.
«Este astrolabio es quizás la pieza más simbólica del museo porque probablemente fue realizado sobre los planos de un científico musulmán, a lo mejor por un artesano andaluz del siglo XIV, tal vez para un cliente toledano que hizo una inscripción en latín pero que luego pasó a un judío que le puso una inscripción en hebreo», dijo.
«Por eso es el símbolo del museo que pretende además, a través de estas exposiciones poner de relieve que el mundo siempre ha sido global en el que ha habido siempre un intercambio constante de ideas, de formas, de productos», continuó Monreal.
«Y este astrolabio permite subrayar el hecho que en las sociedades musulmanas de la Edad Media, como fue el reino de Toledo, la convivencia era lo normal, no había diferencias entre las comunidades», añadió.
Además, para su apertura, el Museo Aga Khan presenta dos exposiciones temporales, «En busca del artista» sobre miniaturas creadas en Irán y la India en los siglos XVI y XVII, y «El jardín de las ideas» que exhibe el trabajo de artistas paquistaníes contemporáneos.
Los directivos de la institución y de la Fundación Aga Khan han señalado que el Museo Aga Khan tiene una importancia clave para cambiar las actitudes sobre las culturas musulmanas en Norteamérica.
«Este museo nace de la idea del Aga Khan, una idea estratégica, de crear una institución museística con una función educativa en Norteamérica», dijo Montreal.
«Por el hecho de que el Islám, las sociedades musulmanas y la historia de los musulmanes son muy mal conocidas en el mundo Occidental y en especial en Norteamérica», añadió.
Entre 60 y 70 millones de personas viven en Estados Unidos y Canadá a una hora en avión de Toronto, la cuarta mayor ciudad y la de más rápido crecimiento de Norteamérica así como una de las más multiculturales del mundo.
«Este museo para los musulmanes que viven aquí va a ser un elemento identificador. Las minorías musulmanas van a sentirse muy confortadas con la identidad. Para los no musulmanes, para algunos de ellos, este museo va a ser una revelación porque estas obras de arte hablan por si mismas», dijo Monreal.
«El Museo Aga Khan en Toronto es un elemento más en una estrategia del Aga Khan de promover la educación y el desarrollo», concluyó.
Por Julio César Rivas/Toronto (Canadá), 12 sep (EFE).-
