Por Vilma Filici / filici@filici.com
En las últimas semanas he recibido muchísimas llamadas de personas que llegaron a Canadá y pidieron refugio, fueron rechazadas pero luego presentaron una solicitud por razones humanitarias y fueron aceptadas como residentes permanentes. La preocupación de estas personas es si pueden viajar a sus países de origen a pasar las vacaciones de Navidad y Año Nuevo.
La respuesta es que sí pueden hacerlo. El hecho de que inicialmente hayan presentado una solicitud de refugio no les impide regresar al país de origen, y la razón es porque simplemente no fueron aceptadas como refugiadas sino que por razones humanitarias. Estas personas entonces no tienen el problema que sí tienen quienes fueron aceptados como refugiados en Canadá, quienes dijeron tener un temor bien fundado de persecución en su país de origen.
Los refugiados son personas que necesitan la protección del gobierno canadiense porque si regresan a su país de origen su vida corre peligro, y por lo tanto, si eventualmente viajaran al país del que dicen tener temor, hay una sección de ley que le permite a los oficiales de inmigración reabrir sus casos y quitarles el estatus de refugiado y también la residencia permanente.
Ahora bien, si la persona ya es ciudadana, las posibilidades de que le quiten la ciudadanía definitivamente son menores.
Pero retomando la pregunta que me han estado haciendo en las últimas semanas: Las personas que llegaron a Canadá, fueron rechazadas como refugiadas, solicitaron la residencia permanente por razones humanitarias o porque se casaron en el país con un residente permanente o con un ciudadano canadiense, o porque consiguieron una oferta de trabajo salieron de Canadá e hicieron el trámite como trabajadores calificados, o a través de cualquier otro programa que no sea el de refugio, y fueron aceptadas, esas personas pueden regresar a sus países de origen sin ningún problema.
Hay que tener en cuenta que los requisitos de refugio y de los demás programas son completamente distintos. Quienes hicieron una solicitud por razones humanitarias tuvieron que probar que estaban bien establecidos en el país, que se habían integrado a la sociedad canadiense, que habían estudiado, que en muchos casos tuvieron hijos en el país los cuales están establecidos, estudiando o trabajando, y por lo tanto la razón por la cual ellos fueron aceptados en Canadá fue por su establecimiento y porque había razones que ameritaban que se les permitiera hace el trámite desde dentro del país. El refugiado debe probar que tiene un temor bien fundado de persecución en el país de origen o que corre riesgo de maltratos o de tortura.
Por eso son solo las personas que fueron aceptadas como refugiadas las que no pueden regresar. Hay que pensar que si en realidad tuvieron problemas o tuvieron temor al pedir refugio, regresando a su país de origen se ponen en peligro.
Sin embargo, la realidad es que la persona no fue aceptada como refugiada sino que por razones humanitarias, porque se casó con un ciudadano canadiense, etc., y por lo tanto el Oficial de Inmigración podría causarle algunas molestias momentáneas. Pero legalmente no puede hacer absolutamente nada al respecto, y si en una rarísima eventualidad llegara un oficial a iniciar una causa, no hay absolutamente ninguna razón legal que pudiera justificar poner en peligro la residencia permanente de la persona.
Todo lo contrario es el caso de quienes obtuvieron la residencia permanente como refugiados, a quienes si salen del país y viajan a su país de origen, y al entrar a Canadá el Oficial de Inmigración se da cuenta de que esto ha sucedido, los van a interrogar, van a asegurarse de que efectivamente estuvieron en el país de origen, y van a escribir un reporte que permitirá que haya un proceso de reapertura de su caso. Y una vez que un refugiado haya viajado a su país de origen, a menos que tenga razones excepcionales para haberlo hecho, las cuales se puedan demostrar, hay un 90 por ciento de posibilidades de que va a perder su estatus en Canadá.
Obviamente esto requerirá de todo un proceso, no es que inmediatamente le quitan la residencia permanente, pero hay que probar que no fue un viaje frívolo. De hecho, esto es algo que el gobierno ha estado haciendo, pues a principios de año el Ministro de Inmigración anunció que en el 2014 le iba a quitar el estatus a más de 800 refugiados que hubiesen regresado a sus países de origen.
Eventualmente a algunas personas no le van a terminar quitando la residencia permanente, pero de todas maneras tendrá que pasar por un proceso bastante complicado, caro y estresante, por lo que en la medida de lo posible lo mejor es evitar este tipo de situaciones.
En las llamadas que he recibido estas semanas, más de algún refugiado me ha dicho que Canadá es injusto porque los quiere tener como prisioneros, y a pesar de que muchas veces yo no estoy de acuerdo con lo que dice o hace el gobierno, en este caso en específico la verdad es que la personas eligió venir a Canadá y pedir refugio y dijo estar en peligro en el país de origen. El gobierno les dio protección y al tratar de regresar al país del cual supuestamente temían, se están poniendo en peligro nuevamente o le están diciendo a Canadá que tal temor nunca existió.
El no poder regresar es una consecuencia de haber pedido refugio. Si la persona en realidad nunca tuvo temor por su vida no tendría que haber pedido refugio. Hay muchos otros programas que le permiten obtener la residencia sin tener la restricción de no poder regresar. En este sentido, no se puede culpar al gobierno por que la persona pidió refugio, ya que este programa es justamente para quienes en realidad están en peligro y necesitan la protección de Canadá.
También es bueno recordar a las personas que piensan viajar que deben asegurarse de tener su tarjeta de residencia vigente, porque pueden salir de, pero no pueden regresar a Canadá con una tarjeta de residencia vencida. De tener la tarjeta de residencia vencida lo que pueden hacer es obtener un documento de viaje (Travel Document), para lo cual pueden revisar la columna de la semana pasada en la que van a encontrar las explicaciones detalladas sobre cómo hacer ese trámite.
Dicho todo lo anterior, se debe considerar que cuando una persona entra a Canadá siempre está a merced del Oficial de Inmigración que la entrevista en el puerto de entrada, por lo que le puede hacer las preguntas que quiera, y entre ellas le puede sacar a luz que inicialmente había pedido refugio (porque toda esta información aparece en el sistema).