El director húngaro Szabolcs Hajdu concursa en la sección oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla con un drama familiar que, ejemplo literal de cine independiente, ha rodado en su hogar con su propia familia, su mujer, la actriz Tarak-Illyes, y los dos hijos de ambos.
«It’s not the time of my life» es el título del largometraje de Hajdu, quien preguntado en conferencia de prensa si su película tiene algo de psicodrama, por las condiciones del rodaje y la naturaleza familiar de los intérpretes de una familia, ha contestado con humor que el cine y su película constituyen «un juego; si no fuese un juego sería un caso clínico».
En principio, ha contado el director, la película no iba a rodarse en su propia casa, pero las circunstancias llevaron a eso, algo de lo que, ha confesado, ahora se alegra.
Y las circunstancias no fueron otras que afrontar películas independientes sin ninguna ayuda oficial ni privada, con un presupuesto de unos 4.000 euros.
Parte de esas circunstancias también ha sido que para el rodaje se contara con trece operadores de cámara, ninguno de ellos profesional -no se les podría haber pagado- sino alumnos de cine del propio Hajdu, quien les dio unas instrucciones muy precisas que marcan la naturaleza del filme.
Cada uno de los cámaras tenía que asumir el punto de vista de un personaje para, desde el lugar de ese personaje, efectuar planos subjetivos del resto de los actores, y así toda la película, como un particular sistema narrativo a base de planos subjetivos.
Sobre el modo de poner en pie la historia -dos familias de clase media que buscando apoyo una en otra se precipitan hacia una encerrona-, el director ha asegurado que «no hay artista que no cree de sus propios problemas internos».
«Nuestra película se ha hecho partiendo de algo personal, íntimo, subjetivo para ir ampliando ese punto e ir hacia algo universal, y llevare esa ampliación hasta el límite, pero sin perder de vista lo personal», ha explicado Hajdu, quien también ha asegurado que en el filme han querido reflexionar también sobre «¿qué hace a la mujer, mujer, qué hace al hombre, hombre; y qué hace que una pareja funcione?»
Tarak-Illyes ha explicado que antes del rodaje se hizo una versión teatral de la historia que fue estrenada en una «vivienda-teatro» para 45 espectadores, un recorrido que continuó con la película, ya que los primeros meses tras la conclusión de su rodaje se estrenó en varios hogares antes que en salas de exhibición.
El director y la actriz, pareja en la vida real, han coincidido en que lo más difícil de contar es la relación con los hijos -en la película, una pareja va a fracasar como tal por los conflictos creados por el hijo de ambos-.
También han coincidido en que lo que los niños «no pueden soportar» es comprobar que los adultos sufren o se sienten mal. EFE
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Sevilla, 8 nov (EFE).-