Una nave espacial europea despegó el miércoles desde América del Sur, iniciando una misión de tres años para estudiar planetas en otros sistemas solares.
El Satélite para la Caracterización de Exoplanetas, conocido como CHEOPS, despegó desde Kourou, en la Guayana Francesa, a las 08:54 GMT a bordo de un cohete ruso Soyuz. El lanzamiento se completó 24 horas después de que se aplazara el primer intento poco antes del despegue debido a un problema de software en la fase superior del cohete.
Es la primera misión dedicada a estudiar estrellas brillantes cercanas que se sabe tienen planetas, señaló la Agencia Espacial Europea, y se centrará en “planetas en la franja de tamaño entre la Tierra y Neptuno”. La agencia confía en que los datos obtenidos permitan calcular la densidad aproximada de esos planetas, un primer paso para saber más sobre ellos.El telescopio de la sonda apuntará a las estrellas brillantes para determinar el tamaño de sus planetas cuando pasen ante la estrella en torno a la que orbitan.
La misión prestará atención a 100 de los más de 4.000 exoplanetas -planetas fuera de nuestro sistema solar- descubiertos por ahora, en parte para determinar si hay una posibilidad de que haya un planeta similar a la Tierra capaz de albergar vida, explicó esta semana a The Associated Press el astrónomo suizo Didier Queloz, ganador de un Nobel de Física y que dirige el equipo científico de CHEOPS.
“Estamos en un sistema planetario entre muchos”, señaló. “Todo se trata de nuestro lugar en el universo y de intentar comprenderlo”.
Un telescopio analizará la densidad y el radio de los exoplanetas y determinar si tienen atmósferas, explicó.
“No sabemos nada, salvo que están ahí”, dijo. Queloz añadió que el telescopio podría estudiar un planeta durante una órbita, o 100 minutos, y quizá dedicar a otro 50 órbitas, o cinco días, dependiendo de su tamaño.
Se esperaba que pasaran más de cuatro horas desde el despegue y hasta la separación del cohete y su cargamento.
El Soyuz también transportaba un satélite de observación terrestre para la Agencia Espacial Italiana que daría servicio a científicos y clientes gubernamentales y comerciales, según la compañía que gestionó el lanzamiento, Arianespace. También compartían viaje otros tres satélites, uno de los cuales pretendía estudiar la luz zodiacal y trazar un mapa de la Vía Láctea, señalaron.