La campaña de Donald Trump recibió una advertencia sobre no tomar fotografías antes de un altercado en el Cementerio Nacional de Arlington durante una ceremonia de colocación de coronas florales a principios de esta semana para honrar a los militares muertos en la retirada de la Guerra de Afganistán, dijo un funcionario de defensa.
El funcionario habló bajo condición de anonimato para poder hablar sobre un asunto delicado relacionado con los acontecimientos del lunes. El comunicado se produjo un día después de que NPR informara, citando a una fuente con conocimiento del incidente, que dos miembros del personal de la campaña de Trump «insultaron verbalmente y empujaron» a un funcionario del cementerio que intentó impedirles que filmaran y fotografiaran en la Sección 60, el lugar de entierro del personal militar muerto mientras luchaba en Afganistán e Irak.
El funcionario de defensa dijo que la campaña de Trump había recibido advertencias sobre no tomar fotografías en la Sección 60 antes de su llegada y del altercado. Trump estuvo en Arlington el lunes por invitación de algunas de las familias de los 13 militares que murieron en el atentado con bomba en el aeropuerto de Kabul exactamente tres años antes.
El Cementerio Nacional de Arlington es el lugar de descanso de más de 400.000 militares, veteranos y sus familias. Los funcionarios del cementerio dijeron en un comunicado que había ocurrido «un incidente» y que se había presentado un informe, pero no abordaron los detalles de lo sucedido. Se negaron a compartir el informe.
«La ley federal prohíbe las campañas políticas o las actividades relacionadas con las elecciones dentro de los Cementerios Militares Nacionales del Ejército, lo que incluye a fotógrafos, creadores de contenido o cualquier otra persona que asista con fines o en apoyo directo de la campaña de un candidato político partidista», afirma el comunicado de los funcionarios del cementerio. «El Cementerio Nacional de Arlington reforzó y compartió ampliamente esta ley y sus prohibiciones con todos los participantes. Podemos confirmar que hubo un incidente y se presentó un informe».
El portavoz de Trump, Steven Cheung, dijo que el equipo del candidato presidencial republicano recibió acceso para tener un fotógrafo. Refutó la acusación de que un miembro de la campaña empujó a un funcionario del cementerio.
«El hecho es que a un fotógrafo privado se le permitió ingresar al lugar y, por alguna razón, un individuo anónimo, que claramente sufría un episodio de salud mental, decidió bloquear físicamente a los miembros del equipo del presidente Trump durante una ceremonia muy solemne», dijo.
Chris LaCivita, un importante asesor de la campaña de Trump, señaló que Trump estaba allí por invitación de las familias de los militares que murieron en el atentado del aeropuerto. La campaña de Trump publicó un mensaje firmado por familiares de dos de los militares que murieron en el atentado que decía «el presidente y su equipo se comportaron con el máximo respeto y dignidad hacia todos nuestros militares, especialmente hacia nuestros queridos hijos».
«Que un individuo despreciable impida físicamente que el equipo del presidente Trump lo acompañe a este solemne evento es una vergüenza y no merece representar el sagrado cementerio nacional de Arlington», dijo en una declaración escrita, escribiendo mal la palabra «santificado». «Quienquiera que sea este individuo, difundir estas mentiras deshonra a los hombres y mujeres de nuestras fuerzas armadas».
Michael Tyler, portavoz de la oponente demócrata de Trump, la vicepresidenta Kamala Harris, calificó los informes de «bastante tristes cuando todo está dicho y hecho».
«Esto es lo que esperábamos de Donald Trump y su equipo», dijo Tyler «Donald Trump es una persona que quiere que todo gire en torno a él. También es alguien que tiene un historial de denigrar y degradar a los miembros del servicio militar, aquellos que han dado el máximo sacrificio».
El representante demócrata estadounidense Gerry Connolly de Virginia pidió a los funcionarios del cementerio que divulguen más información sobre lo que ocurrió el lunes.
«Es triste, pero es de esperar que Donald Trump profane este lugar sagrado y ponga la política de campaña por delante de honrar a nuestros héroes», dijo. «Su comportamiento y el de su campaña son aborrecibles y vergonzosos».
El compañero de fórmula de Trump, JD Vance, fue consultado sobre el incidente el miércoles en un evento de campaña en Erie, Pensilvania, y dijo que «aparentemente alguien en el Cementerio de Arlington, algún miembro del personal, tuvo un pequeño desacuerdo con alguien» y «los medios han convertido esto en una noticia nacional».
En cambio, trató de centrarse en la retirada estadounidense de Afganistán y calificó a Harris de «vergonzosa» por no despedir a nadie por la muerte de militares en el ataque terrorista. «Puede irse al infierno», dijo Vance.
El grupo Estado Islámico se atribuyó la responsabilidad del ataque.
Una investigación del Pentágono sobre el mortal ataque concluyó que el atacante suicida actuó solo y que la muerte de más de 170 afganos y 13 militares estadounidenses no se pudo evitar. Pero los críticos han criticado a la administración Biden por la catastrófica evacuación, diciendo que debería haber comenzado antes.
El gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, enfrentó críticas el miércoles por incluir una foto de él y Trump en la ceremonia de Arlington en un correo electrónico de campaña en el que solicitaba donaciones para su campaña de reelección. Una de las víctimas del atentado suicida fue el sargento Darin Taylor Hoover, residente de Utah.
La campaña de Cox se disculpó por utilizar la foto y politizar la ceremonia junto a la tumba.
«Este no fue un evento de campaña y nunca tuvo la intención de ser utilizado por la campaña», escribió el gobernador en una publicación en X. «No pasó por los canales adecuados y no debería haber sido enviado».
