Daniel Sancho se ha convertido en el rostro de una historia de sangre tan grotesca como macabra: presuntamente, decidió acabar con la vida de Edwin Arrieta tras una discusión, posterior a ello lo desmembró, las partes de su cuerpo fueron tiradas al mar y otro tanto a un botadero en Tailandia.
Aunque el hecho de sangre ha dejado a muchos con la piel de gallina, no se trata del primer descuartizamiento de extranjeros en el país asiático, al menos dos crímenes similares han sido documentados en años anteriores.
Otro español, el victimario
El primero de los casos es el del español Artur Segarra quien cumple una condena de cadena perpetua en una prisión de Bangkok por los delitos de asesinato y descuartizamiento de su compatriota David Bernat en 2016.
Bernat, quien era consultor de telecomunicaciones, y Segarra se conocían previamente y a veces coincidían de fiesta por Bangkok.
La víctima, con negocios fuera del país, y su verdugo quedaron el 19 de enero de 2016 en Bangkok, noche en la que Segarra secuestró a Bernat y lo retuvo durante siete días en el apartamento que tenía alquilado en Bangkok.
Según el informe de la Policía, Segarra asesinó a la víctima entre el 26 o 27 de enero.
Los primeros restos del cadáver descuartizado de Bernat fueron encontrados el 30 de enero en el río Chao Phraya, que atraviesa Bangkok, y seis días después la Policía identificó a Segarra como el principal sospechoso.
El español, tras ser reconocido en un restaurante de la provincia de Surin (este), emprendió la huida a Camboya, donde fue detenido dos días después y entregado a las autoridades tailandesas el 8 de febrero.
La justicia tailandesa sentenció a Segarra a la pena de muerte, pero el español logró que se conmutara la condena a la cadena perpetua tras admitir el asesinato en una carta enviada al rey de Tailandia, lo que le permitió recibir una amnistía parcial y abrir el camino hacia un futuro traslado a España.
Segarra, que no colaboró en las investigaciones y se declaró inocente ante el tribunal -a diferencia de Sancho-, fue sometido a un largo proceso judicial que duró casi tres años entre el inicio del juicio oral, el 1 de diciembre de 2016, hasta el rechazo de su última apelación por el Tribunal Supremo, 20 de noviembre de 2019.
Otro latino, la víctima
Carlos Alcañiz protagonizó otro de los homicidios en Tailandia El catalán, de 36 años, se mudó al país asiático en 2015 y se estableció en Koh Phangan, misma isla en la que Daniel Sancho habría asesinado al cirujano Arrieta. Llegó hasta allí con la excusa de “ayudar a la gente” para lo que pedía dinero a los seguidores de su grupo de Facebook que se hacía llamar ‘Los Elegidos’, de ahí que pasara a apodarse el ‘Elegido’ cuando se conoció el crimen al que fue incriminado.
«Si alguien me puede ayudar por favor sería bueno, gasto todo mi dinero cerca de 100000 bahts, 3000 euros, le daré mi ps4, mi ropa, piano, guitarra, violín, todo si necesitan, comida. Mi proyecto es increíble, ¡quiero pagar a gente por ayudarme a construir! Todo con materiales naturales. Tengo un grupo en Facebook. Los elegidos», se lee en uno de los mensajes posteados en la red social.
En mayo de 2020 fue condenado por asesinar a su amigo chileno René Patricio Guzmán y aunque su familia se defendió diciendo que sufría un desequilibrio mental, sus peticiones no bastaron para que fuera sentenciado a pena de muerte, sin embargo, logró evadirla tras conseguir el perdón del Rey de Tailandia.
Además, el medio europeo El Español aseguró que Alcañiz tenía nexos con el narcotráfico y no se fiaba de algunas personas de su entorno. Desde entonces cumple condena en la misma cárcel que Sancho ubicada en la isla de Koh Samui.
El director de la prisión no ha querido comentar si Sancho ha tenido oportunidad de conocer a Carlos Alcañiz.
