Rusia afirmó hoy que vetó en el Consejo de Seguridad de la ONU la resolución francesa para un alto el fuego en Siria porque culpaba de la tensión solo al régimen sirio y trataba de proteger al grupo yihadista Frente al Nusra, actualmente denominado Frente para la Conquista del Levante.
«Ese texto manipulaba de manera flagrante la situación sobre el terreno y tenía un carácter politizado, desequilibrado y unilateral. Toda la culpa de la tensión en Siria recaía de manera infundada en las autoridades del país», informó la Cancillería rusa en un comunicado.
Además, agregó, el texto «intentaba abiertamente prohibir los vuelos de la aviación sobre Alepo, garantizando la cobertura a los terroristas del Frente al Nusra (…), pese a las obligaciones de los países miembros de la ONU de luchar contra la amenaza terrorista con todos los medios a su alcance».
La nota oficial critica el texto por ignorar «el hecho de que la crisis humanitaria en Alepo fue provocada de manera artificial cuando en agosto y septiembre los guerrilleros se negaron a permitir el paso de los convoyes».
Según Rusia, «la propuesta de resolución francesa tampoco aludió a la importancia de reanudar cuanto antes el proceso político sirio que es saboteado por los propios opositores respaldados por Occidente».
La Cancillería destaca que antes de la votación de anoche la delegación rusa propuso «cambios constructivos» sobre la separación de terroristas y la oposición armada, y la reapertura de la carretera de Castello por parte de los grupos armados.
«Los coautores del proyecto francés no fueron capaces de mostrar sabiduría política», resaltó.
Rusia lamentó el daño causado a los esfuerzos para solucionar el conflicto sirio, pero insiste en encontrar un arreglo político a través del diálogo que permita a los sirios decidir su futuro «sin injerencia exterior».
El embajador ruso ante la ONU vetó ayer la propuesta de resolución impulsada por Francia y España, ya que incluía el fin de los bombardeos aéreos en Alepo, tras lo que el Consejo de Seguridad también rechazó el proyecto ruso.
«Exigimos que se detengan los bombardeos aéreos para salvar del desastre a una ciudad milenaria que corre el riesgo de caer arrasada por la brutalidad de esta guerra fratricida», manifestó el embajador español, Román Ayarzun, durante su intervención. Moscú, 9 oct (EFE).-