Más de 1.200 militares ucranianos murieron en la última jornada durante un intento de ofensiva en el sur, que fue frustrado por las tropas rusas, aseguró este martes el Ministerio de Defensa de Rusia.
«Como resultado de unas acciones eficaces de las fuerzas rusas fueron eliminados 48 tanques, 46 vehículos de infantería, 37 blindados de otras clases, ocho camionetas con ametralladoras pesadas y más de 1.200 militares», dijo el portavoz castrense, Ígor Konashénkov.
Agregó que la ofensiva, «lanzada por orden personal de (el presidente ucraniano, Volodímir) Zelenski, en dirección a Mykolaiv y Krivói Rog fue frustrada».
Anoche Defensa ya había confirmado la ofensiva del Ejército ucraniano hacia las regiones del sur que limitan con la anexionada península de Crimea e informado de la muerte de más de medio millar de soldados ucranianos en esa operación.
En las últimas horas, el Ejército ruso también golpeó un punto de concentración de combatientes de la Legión extranjera en la región de Donetsk y un puesto de mando del grupo nacionalista Kraken, según Konashénkov.
Como resultado de los bombardeos, murieron más de un centenar de combatientes y fueron destruidos siete equipos militares, dijo.
Cerca de las ciudades de Jersón y Nueva Kajovka, principales objetivos de la ofensiva ucraniana, fueron interceptados 44 misiles HIMARS, según Rusia.
A lo largo de la última jornada, las fuerzas de Moscú también derribaron dos aviones de combate Su-25 y cinco drones ucranianos.