Ucrania disparó seis misiles ATACMS de fabricación estadounidense a la región rusa de Bryansk, dijo el martes el Ministerio de Defensa de Rusia, días después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, aliviara las restricciones al uso ucraniano de armas de fabricación estadounidense en la guerra que ha alcanzado su hito de 1.000 días .
Ucrania afirmó haber atacado un depósito de armas militares en Bryansk en medio de la noche, aunque no especificó qué armas utilizó. El Estado Mayor ucraniano dijo que se oyeron múltiples explosiones y detonaciones en la zona atacada.
En un comunicado publicado por agencias de noticias rusas, el Ministerio de Defensa ruso dijo que los militares derribaron cinco sistemas de misiles tácticos del ejército, conocidos como ATACMS, y dañaron uno más.
Los fragmentos cayeron en el territorio de una instalación militar no especificada, según el ministerio. Los escombros que cayeron provocaron un incendio, pero no causaron daños ni víctimas, añadió.
Ninguna de las afirmaciones de las partes pudo ser verificada de forma independiente.
El anuncio se produjo después de que Biden autorizara a Ucrania a utilizar misiles suministrados por Estados Unidos para atacar más profundamente al interior de Rusia , aliviando las limitaciones de las armas de mayor alcance después de que Rusia desplegara miles de tropas norcoreanas en el conflicto.
Más temprano el martes, funcionarios ucranianos informaron que un tercer ataque ruso en tres días contra una zona residencial civil en Ucrania mató al menos a 12 personas, incluido un niño.
El ataque de un avión no tripulado Shahed en la región norteña de Sumy el lunes por la noche alcanzó un dormitorio de un centro educativo en la ciudad de Hlukhiv e hirió a otras 11 personas, incluidos dos niños, dijeron las autoridades, añadiendo que más personas podrían estar atrapadas bajo los escombros.
Los civiles ucranianos han sido atacados repetidamente por aviones no tripulados y misiles rusos durante la guerra , mientras que en el campo de batalla se encuentran bajo una severa presión rusa en lugares de la línea del frente de aproximadamente 1.000 kilómetros (600 millas) donde su ejército está al límite ante un adversario más grande.
El domingo, un misil balístico ruso con municiones en racimo impactó en una zona residencial de Sumy, en el norte de Ucrania, matando a 11 personas e hiriendo a otras 84. El lunes, una andanada de misiles rusos provocó incendios en apartamentos en el puerto de Odesa, en el sur del país, matando al menos a 10 personas e hiriendo a 43.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que la serie de ataques aéreos demostró que el presidente ruso, Vladimir Putin, no estaba interesado en poner fin a la guerra.
“Cada nuevo ataque de Rusia no hace más que confirmar las verdaderas intenciones de Putin. Quiere que la guerra continúe. No le interesan las conversaciones sobre la paz. Debemos obligar a Rusia a alcanzar una paz justa por la fuerza”, afirmó Zelenski.
