El esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma) recuperó la camiseta roja que vistió los cinco primeros días de Vuelta con un triunfo de autoridad que le dio el triplete en la décima etapa, disputada entre Castro Urdiales y Suances, empatado con el ecuatoriano Richard Carapaz (Ineos).
En un final mágico, Roglic apareció a la hora de la verdad para levantar los brazos y enfundarse el jersey rojo para sorpresa de Carapaz, quien cedió 3 segundos, que unidos a la bonificación de su rival le hizo despedirse de la prenda más deseada.
Un remate de auténtico ariete por parte de Roglic, fuerte y confiado antes de las jornadas reinas de la montaña asturiana. Su latigazo unió el éxito en Suances a los alcanzados en Arrate y Moncalvillo. Ganó por delante del austríaco Felix Grosschartner (Bora) y del italiano Andrea Bagioli (Deceuninck).
La Vuelta entrará ardiendo a la jornada de la Farrapona, con Roglic y Carapaz empatados en cabeza, pero con ventaja moral para el vencedor de la Vuelta 2019. Tercero aguantó Dan Martin a 25 segundos, cuarto es Hugh Carthy a 51 y quinto y primer español, a 1.54 minutos, Enric Mas.
Etapa rápida, Bennett no puede seguir el ritmo
Jornada cántabra muy costera, con etiqueta de transición, sin grandes dificultades pero con final incómodo, con un repecho de 2 kms «picando» hacia arriba antes de la última pancarta. Salió tranquilo el pelotón de Castro Urdiales, menos 4 corredores que armaron la fuga: Lastras (Caja Rural), Van Moer (Lotto Soudal), Lingthart (Direct Energie) y Molenaar (Burgos BH).
Buena fuga para los hombres de la general y para los aspirantes al más que posible esprint, última opción para los velocistas antes de llegar a Madrid el 8 de noviembre. Al paso por Santoña el cartel que se les muestra a los escapados desde una moto marcaba la máxima diferencia: 12 minutos.
Deceuninck, Mitchelton y Astana atizaron el ritmo para estabilizar la escapada, poco a poco fueron comiendo terreno al cuarteto que cruzó con 4 minutos de adelanto en la cima del Alto de San Cipriano (3ª, 4,5 km al 4,1%), única dificultad del día, a 60 de meta.
Bennett, enrabietado por la etapa que le birló el VAR en Aguilar de Campoo, clamaba venganza, pero el puerto y el ritmo de la etapa le hundieron en la miseria y lejos se olvidó de pelear la etapa.
Roglic sabía cómo ganar la etapa
El pulso desigual ente aventureros y gran grupo impuso su lógica a 16 de meta, poco después de pasar Santillana del Mar, cuando se juntaron los 157 corredores supervivientes en esta 75 edición de la Vuelta. Comenzó una nueva etapa, la que desembocaba en la gloria de Suances.
¿Quienes eran los aspirantes a la etapa, un esprinter, un «rematador» aprovechando la cuesta final?. A 12 de meta el Ineos tensó delante con Froome para llevar a zona segura a Carapaz y controlar el acceso al repecho final, propicio para las sorpresas de última hora.
Los hombres de la general se marcaron de cerca, atentos a los cortes. El ritmo elevado eliminó a Ackermann y otros hombres rápidos. Carrera lanzada por el botín del triunfo, lo que aprovechó el campeón francés Remy Cavagna para atacar, pero sin éxito.
En cuesta hacia meta Carapaz lucía la camiseta roja entre los primeros, aguantando un ataque de los inquietos hombres del Caja Rural, y de Omar Fraile, colocando a Alex Aranburu, finalmente cuarto.
También compró boletos el Bora para Grosschartner. La situación parecía abocada a un empate entre los favoritos, pero apareció Roglic por un lado, como por arte de magia, más listo que ninguno, para rematar el tanto en el momento y lugar oportuno.
Triple para el campeón de la Lieja. Ahora, Asturias. Sigue la fiesta.
Este sábado se disputa la undécima etapa, entre Villaviciosa y el Alto de La Farrapona – Lagos de Somiedo, de 170 kilómetros.