Se esperaba que altos funcionarios del gobierno israelí se reunieran con una delegación que regresó de conversaciones en París con mediadores de Estados Unidos, Egipto y Qatar para buscar un acuerdo que detenga los combates en Gaza. Un funcionario israelí, bajo condición de anonimato, indicó que el grupo militante Hamás había cedido en algunas demandas, sin proporcionar detalles específicos.
Según un alto funcionario de Egipto, el acuerdo propuesto incluiría la liberación de hasta 40 mujeres y rehenes mayores en Gaza a cambio de unos 300 prisioneros palestinos, mayormente mujeres, menores y ancianos, retenidos por Israel.
La propuesta de pausa de seis semanas en los combates contempla permitir que cientos de camiones de ayuda ingresen diariamente a Gaza, incluida la mitad norte del territorio sitiado. Ambas partes acordaron continuar las negociaciones durante la pausa para discutir nuevas liberaciones y un alto el fuego permanente.
La respuesta oficial de Israel estaba pendiente en un contexto donde se acerca la fecha no oficial límite antes del inicio del Ramadán alrededor del 10 de marzo.
El funcionario político de Hamás, Osama Hamdan, indicó que el grupo no participaba en las conversaciones, pero afirmó que Israel rechazó sus principales demandas, incluido el cese de la «agresión» y la retirada de la Franja de Gaza.
Mientras tanto, el Ministerio de Salud de Gaza informó que 92 palestinos murieron en ataques israelíes en las últimas 24 horas, elevando la cifra total de víctimas en casi cinco meses de conflicto a 29,606, con cerca de 70,000 heridos.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, renovó sus acusaciones contra Israel, afirmando que está cometiendo genocidio contra los palestinos. Israel respondió declarando a Lula como persona non grata, convocando al embajador de Brasil y exigiendo disculpas.
Mientras tanto, la situación humanitaria en Gaza se agrava con el aumento del hambre y enfermedades. Israel sigue construyendo nuevos asentamientos en la Cisjordania ocupada, generando descontento por parte de Estados Unidos, que considera estas acciones «contraproducentes para alcanzar una paz duradera» e «inconsistentes con el derecho internacional».
La administración Biden también reafirmó la ilegitimidad de los asentamientos israelíes en territorios palestinos ocupados.