Venezuela repudió el jueves la decisión de la administración de Donald Trump de renovar la orden ejecutiva aprobada en 2015 por el expresidente Barack Obama, que califica a Venezuela de amenaza “inusual y extraordinaria” contra la seguridad de Estados Unidos.
Venezuela “rechaza la renovación de la infame e irracional” orden ejecutiva, la cual, según el gobierno socialista, busca “justificar la serie de agresiones y crímenes de lesa humanidad, como las medidas coercitivas unilaterales de Washington viene aplicando desde el 2015”.
Washington “reitera su intención de promover la violencia en Venezuela, de desconocer sus instituciones democráticas”, añade un comunicado de la cancillería venezolana.La vigencia de la orden ejecutiva ha sido extendida bajo el argumento que el gobierno de Maduro persigue a sus adversarios políticos, mina la democracia y perpetra severas violaciones a los derechos humanos tales como supuestos asesinatos extrajudiciales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias y torturas.
Las autoridades venezolanas suelen rechazar cualquier crítica en materia de derechos humanos.
El gobierno de Maduro, en alusión a las crecientes sanciones financieras de Washington que buscan presionar su caída, también acusó a Estados Unidos de someter a los venezolanos a “cualquier castigo colectivo hasta alcanzar un cambio de gobierno favorable a sus intereses”.
Más de 60 países, entre ellos Estados Unidos, reconocen al líder opositor Juan Guaidó como presidente legítimo. Guaidó se proclamó mandatario interino en 2019 por considerar que la reelección de Maduro en 2018 fue fraudulenta.
Durante un acto en conmemoración del fallecimiento en 2013 del expresidente Hugo Chávez, Maduro destacó que en Washington escogió el 5 de marzo para “renovar el decreto infame de Barack Obama” con el propósito de afectar la moral de los seguidores del antecesor y mentor político de Maduro.
