El Gobierno británico planea empezar a aplicar algunas medidas de desconfinamiento a partir del próximo lunes, que adelantará el domingo previo, según reveló este miércoles ante el Parlamento el primer ministro, Boris Johnson.
El jefe del Ejecutivo conservador lideró hoy por primera vez la sesión de preguntas al primer ministro en los Comunes tras su regreso al trabajo después de haber superado la COVID-19.
Al inicio de su intervención, Johnson admitió que «es bueno estar de vuelta» si bien reconoció que su ausencia había resultado «más larga de lo que pretendía».
El «premier» fue cuestionado, por primer vez también, por el nuevo líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, quien le exigió respuestas tras conocerse ayer que el número de fallecimientos por COVID-19 en este país -32.313 a finales del pasado mes- es ya el mayor de Europa y el segundo del mundo.
«Tenemos ahora el mayor número (de muertos por coronavirus) en Europa. Es la segunda cifra más elevada del mundo. Eso no es un éxito o un aparente éxito», lamentó Starmer, exigiéndole explicaciones: «¿puede el primer ministro decirnos cómo demonios se ha llegado a esto?».
El dirigente conservador apuntó que «cada muerte es una tragedia (…), no solo en este país sino en todo el mundo», si bien remarcó que ahora no es momento de establecer «comparaciones internacionales».
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«Creo que habrá tiempo para reflexionar sobre qué decisiones se adoptaron y si podríamos haber tomado otras diferentes», dijo.
Johnson aseguró, en este sentido, que no tiene «absolutamente ninguna duda» de que lo que los ciudadanos de este país quieren ahora es que el Gobierno trabaje en «seguir suprimiendo la enfermedad y comenzar el trabajo de volver a poner la economía en marcha».
Confirmó que el próximo domingo planea revelar detalles a la nación sobre cómo se procederá a relajar algunas de las actuales medidas de restricción para evitar la propagación del virus y que estas empezarán a aplicarse ya desde el lunes.
No obstante, alertó de que sería un «desastre económico» si el confinamiento se relajara «demasiado pronto, creando otro repunte en el número de casos».
Starmer reprochó al Ejecutivo su «lentitud» a la hora de adoptar las medidas de confinamiento, así como en otros asuntos clave como el suministro de equipos de protección personal a sanitarios o el número de test de coronavirus diarios.
El jefe del Gobierno puntualizó que actualmente se practican «unos 100.000 test diarios» y que la «ambición» del Ejecutivo es «llegar a 200.000 antes de finales de este mes» y a partir de ahí, elevar el número.
Según subrayó, lograr en el Reino Unido «un régimen de test fantástico va a ser absolutamente crítico en la recuperación de la economía en el largo plazo».