TORONTO. En Latinoamérica, en muchos de nuestros países se viene dando un fenómeno que afecta a miles de niños y niñas al nacer. Muchas veces por falta de conocimiento o porque las oficinas gubernamentales encargadas están lejos, para evitar multas o por olvido los nuevos padres omiten inscribir a sus hijos en el registro civil correspondiente, vulnerando así su derecho de identidad. La migración también ha contribuido a este fenómeno pues, en México, Estados Unidos y en otras regiones, nacen niños y niñas cuyos padres son indocumentados.
Me sorprendió ver hace unos días que en Canadá, en Toronto, en el patio de la comunidad de habla hispana, también ha sucedido y probablemente está sucediendo el fenómeno de los niños sin nombre e identidad. Niños que nacen en este país pero que debido a múltiples factores su nacimiento no fue registrado.
Naturalmente tienen vida, pero jurídicamente no existen. Sus derechos y obligaciones están como suspendidos en un limbo jurídico. Tal es el caso de 2 niños que nacieron hace 14 y 10 años en esta ciudad. Canadienses por nacimiento, pero sin acceso a salud, a ver impreso el documento con sus nombres y apellidos, fecha completa de nacimiento. Documentos esenciales para todo en la vida desde la inscripción en la escuela; tramitación de pasaporte, licencia, ID, hasta para registrar el fallecimiento.
Como ciudadanos y/o residentes permanentes olvidamos las dificultades que enfrentan los recién llegados o los que no tienen estatus, para ellos navegar por las instituciones Canadienses es muchas veces problemático. La poca o nula fluidez en inglés es una cuesta arriba para personas de todas las edades; sentir una especie de vergüenza/ temor por revelar que por las circunstancias de la tómbola de la vida no se es legal hacen que algunas personas opten por no acercarse a las instancias correspondientes. Vivir por debajo del radar resulta fácil, pero lleva a situaciones ocultas que hacen que lo cotidiano para ese sector de la población sea difícil.
En el caso que relato, los padres de los niños comparten que cada vez que la salud de los niños se ha quebrantado, deben cancelar por los servicios médicos y por las medicinas, situación que ha golpeado su billetera. Manifestaron que en alguna ocasión acudieron a las oficinas correspondientes para tratar de obtener las tarjetas de OHIP de sus hijos, pero les explicaron que por ser indocumentados los padres y al no presentar documentos de Identidad de la provincia, no podían continuar con el trámite.
Muchas veces las personas que viven casos similares confían en lo que dicen otros. Frases como “yo se dé un amigo”; “un familiar dice que así se hace o así lo hizo mi vecino” son el común denominador en estos casos.
A raíz del caso de los niños, inicié una pequeña investigación en la web sobre esta situación y me di cuenta de que, en la provincia de Ontario, en Toronto, hay poca información al respecto. Las páginas web de las instituciones encargadas únicamente detallan información y requisitos generales, pero ¿qué sucede ante ciertas excepciones? Ante casos no previstos?
No conforme con la información colocada en las redes, me di a la tarea de llamar a las instancias correspondientes. Primero me aboqué a Service Ontario y el proceso para asentar el nacimiento de un recién nacido es poco complicado. Al solicitar información sobre cómo registrar para el caso que comento, nacimientos ocurridos hace años, el agente que me atendió me explicó que se puede efectuar en línea. Deben seguirse los pasos establecidos en su página y proveer los documentos de soporte. La institución efectuará una búsqueda en su sistema y si se detecta que no existe acta de nacimiento enviarán un paquete a los padres para que llenen la información necesaria para inscribir el nacimiento. Posteriormente podrán adquirí acta de nacimiento normalmente. En teoría brindan una ayuda rápida y efectiva para resolver el problema de vivir sin identidad.
Caso seguido, consulté sobre la cobertura de OHIP para los niños. Muy amablemente me comunicaron con la entidad encargada. La representante indicó que para este caso en concreto, una vez adquirido el Acta de Nacimiento, los padres deben presentar una pieza de documentación con foto y dirección. Se le explicó que los padres no tienen status y que por lo tanto no tienen una identificación de Ontario ni Licencia de conducir. Entonces sugirió que presentaran documentos que comprueben que ellos y sus hijos viven en la misma dirección, copia de la decisión que deniega su petición de asilo o algo que compruebe las razones de su falta de estatus.
También podrían presentar la copia de los pasaportes decomisados en su momento, pues manifestó que el Ministerio de Salud no es inmigración y que su función es determinar si una persona es elegible para la cobertura de Salud en Ontario. Para tramites complejos, el interesado debe acudir al Service Ontario ubicado en el 777 de Bay St, pues es la oficina central. Ellos verificarán la documentación y emitirán una decisión.
Si la decisión es negativa, poseen el derecho de apelar, y lo pueden hacer ante la instancia llamada OERC mediante correo electrónico o enviado una carta con la documentación de soporte por correo. Esta es la instancia máxima que decide emitir o no el OHIP.
Quién iba a pensar que el documento color verde es tan fácil de obtener para algunos y un proceso muy difícil para otros. Para el caso de niños nacidos en Canadá es difícil pues dependen totalmente de los padres y de su estatus en el país.
La situación expuesta es un fiel recordatorio de que afuera en la multitud de personas hay casos sui generis de personas de todas las edades y nacionalidades que caminan, viven, trabajan, sonríen con el mundo a cuestas, necesidades que no son capaces de cubrir muchas veces sin un lugar que les brinde la ayuda idónea en su idioma o alguien que les de voz y les acerque a los servicios necesarios.
Vivir sin nombre, sin identidad y sin el acceso a derechos fundamentales sin duda es difícil. En lo personal estoy convencida de que estos niños pronto tendrán vida jurídica y sus derechos serán restituidos.
Después de todo, vivimos en un país desarrollado. Ojalá que este capítulo le ayude a personas que están pasando por las mismas circunstancias.
Como jurista me quedó el marco legal que protege a los derechos de los niños y en síntesis cito:
Todo niño tiene derecho a un nombre y apellido, a conocer su identidad y nacionalidad… Articulo 7 y 8 de la Convención de los derechos del niño.