Cuando las primeras vacunas COVID-19 estén disponibles, no habrá suficiente para todos los que lo deseen, tanto a nivel nacional como internacional.
¿Por qué debemos prepararnos para escasez de vacunas?
En este momento, hay más de 166 vacunas en etapas de pruebas, preclínicas y clínicas (en humanos), según la Organización Mundial de la Salud. Expertos estadounidenses y europeos, afirman que bajo un escenario optimista, la primera de esas vacunas podría completar las pruebas y obtener la aprobación para su distribución el próximo año.
Pero entonces, una fábrica tendría que producirlas bajo los estándares de seguridad y calidad requeridos para inyectar en los cuerpos humanos; proceso que solo se puede hacer a un ritmo limitado, afirman los expertos.
Mientras tanto, con una pandemia global que ha causado estragos en las economías de los países y en la vida de las personas en todo el mundo, existe una gran demanda de vacunas por parte de la población mundial de 7.8 mil millones de personas.
¿Cómo deciden los grupos con mayor prioridad?
En Canadá, esa evaluación, basada en la evidencia, es realizada por el Comité Asesor Nacional sobre Inmunización (NACI), que según dice está guiado por los objetivos de la respuesta pandémica de Canadá:
- Minimice las enfermedades graves y las muertes en general.
- Minimice la interrupción social, incluida la reducción de la carga de los recursos de atención médica.
Por supuesto, en todo el mundo, se espera que los trabajadores de atención médica de primera línea que atienden a pacientes con COVID-19 tengan la máxima prioridad para acceder a las vacunas, ya que corren un alto riesgo de exponerse al virus y son cruciales para minimizar los daños.
Los países también apuntarán a poblaciones que tienen un riesgo muy alto de enfermedad grave o de muerte.
La priorización inicia en la etapa de ensayo clínico
Para los ensayos clínicos de fase temprana (Fase 1 y 2), NACI recomienda priorizar no solo a los adultos sanos, que generalmente se utilizan para evaluar la seguridad, sino también:
- Adultos de 60 años de edad y mayores sin afecciones de salud subyacentes, debido a su mayor riesgo de contraer una enfermedad grave.
- Niños y adolescentes, adultos inmunocomprometidos y mujeres embarazadas «tan pronto como sea posible» agregarlos.
Para los ensayos clínicos de fase tardía (Fase 3), cuando la seguridad ya se ha establecido y el foco está en la eficacia, NACI recomienda priorizar a las personas:
- Con afecciones de salud que son factores de riesgo para COVID-19.
- Cuyos trabajos los hacen más susceptibles.
- Cuyas condiciones sociales los hacen estar más expuestos.
¿La disponibilidad de alguna vacuna podrá afectar la priorización?
Si bien las vacunas diferirán en términos de la cantidad de dosis, su producción y distribución, algunas también pueden ser más adecuadas para algunas poblaciones que otros; por ejemplo, algunos pueden ser conveniente para adultos mayores y otros para personas más jóvenes.
También es posible que con algunas vacunas, ciertas personas requieran una dosis y otras, como por ejemplo los adultos mayores, requieran dos, dijeron expertos. Entonces, el doble de personas en el primer grupo pueden ser inmunizadas con la misma cantidad de vacuna.