El gobierno federal extiende la prohibición de la compra de viviendas para extranjeros en Canadá, según anunció la ministra de Finanzas, Chrystia Freeland, en un comunicado el domingo.
La regla, que se anunció por primera vez en 2022, ahora se extenderá hasta principios de 2027. Dicha normativa prohíbe a los extranjeros y empresas comerciales comprar propiedades residenciales en Canadá, con excepciones para algunos estudiantes internacionales, solicitantes de asilo y trabajadores temporales.
«Al extender la prohibición de compra por parte de extranjeros, nos aseguraremos de que las casas se utilicen como hogares para las familias canadienses y no se conviertan en una clase de activos financieros especulativos», dijo Freeland en el comunicado del domingo.
Prohibición de la compra de viviendas para extranjeros en Canadá ¿política o medida económica?
Los expertos han cuestionado si la prohibición está teniendo un efecto significativo en la asequibilidad de la vivienda en Canadá, dado el pequeño porcentaje del mercado de viviendas propiedad de no canadienses.
En 2020, por ejemplo, el porcentaje del mercado propiedad de no residentes en algunas provincias oscilaba entre el dos y el seis por ciento.
En 2021, en Columbia Británica, solo alrededor del 1.1 por ciento de las ventas de viviendas incluían a un comprador extranjero.
También hay exenciones adicionales a las reglas de compra de viviendas que permiten la adquisición de edificios con cuatro o más residencias, o en algunas áreas menos pobladas.
Brendon Ogmundson, el economista jefe de la Asociación de Bienes Raíces de Columbia Británica, dijo a finales del año pasado que «la prohibición de compradores extranjeros fue más política que una política económica o de vivienda».
Algunas provincias en Canadá ya tenían impuestos para compradores de viviendas extranjeros, mientras que Toronto propuso recientemente un impuesto municipal sobre compras residenciales no canadienses.
La vivienda se ha convertido en un importante punto de conflicto político a medida que los canadienses lidian con una grave crisis de asequibilidad.
La Sociedad Canadiense de Hipotecas y Viviendas (SCHV) afirma que se deben construir 3.5 millones de hogares adicionales, además del crecimiento esperado para 2030 para lograr la asequibilidad.