San Salvador, 11 ago (EFE).- El presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, condenó hoy el asesinato de un magistrado de un tribunal regional de justicia y el de su esposa, ocurrido el fin de semana, y admitió que debe haber «mayor seguridad» para los jueces, al tiempo que anunció las «primeras capturas» por el crimen.
El mandatario dijo solidarizarse «con la familia del magistrado fallecido», Tito Nicolás García Martínez, de 74 años, y su esposa, Teresa Navarrete de García (70).
«Realmente es un hecho condenable», agregó Sánchez Cerén en declaraciones a periodistas después de una actividad oficial.
Posteriormente, en otro acto público, el gobernante adelantó que, según le notificó el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara «las investigaciones sobre el asesinato (…) van por buen camino, ya se tienen las primeras capturas».
Sin embargo, «no vamos a darles información (sobre esas capturas) porque no queremos afectar la investigación», argumentó.
Los cadáveres de García Martínez y su esposa fueron encontrados el domingo en su vivienda en la ciudad de San Miguel, unos 138 kilómetros al este de San Salvador.
El vehículo del magistrado había sido encontrado abandonado el sábado en una carretera del departamento de Usulután (este).
García Martínez era el primer magistrado de la Cámara Segunda de lo Penal de la Tercera Sección de Oriente, con sede en San Miguel.
«Tiene que haber medidas para garantizar mayor seguridad a los jueces, porque no se puede poner en zozobra a la justicia del país», reconoció Sánchez Cerén.
El jefe de la Fiscalía en el oriente de El Salvador, Germán Arriaza, confirmó a periodistas que el magistrado murió estrangulado y su esposa fue ultimada con arma cortopunzante.
