El lanzamiento de la vacuna AstraZeneca en Ontario se ve obstaculizado por informes no comprobados de que está relacionada con coágulos de sangre, dicen los expertos en salud canadienses.
Las personas de entre 60 y 64 años en Toronto, Kingston y Windsor-Essex han podido recibir la vacuna AstraZeneca en más de 325 farmacias desde fines de la semana pasada.
Sin embargo, algunos están siendo disuadidos por noticias de Europa y otras partes del mundo, donde casi una docena de países han suspendido el uso de la vacuna, en medio de preocupaciones de seguridad.
El lunes, Italia, Alemania, España y Francia se convirtieron en los últimos en hacer una pausa. Los países están respondiendo a los informes de Noruega y Dinamarca de que algunas personas desarrollaron coágulos de sangre después de recibir la inyección, aunque no hay evidencia directa que demuestre que fueron causados por la vacuna.
La farmacéutica explica que hasta el 8 de marzo, había 37 casos de coágulos de sangre entre las personas que recibieron la vacuna. Sin embargo, agrega que revisó a 17 millones de personas que fueron vacunadas en la Unión Europea y el Reino Unido y encontró que no hay evidencia de un mayor riesgo de coágulos de sangre «en ningún grupo de edad definido, género, lote o en ningún país en particular».
“Esto es mucho más bajo de lo que se esperaría que ocurriera naturalmente en una población general de este tamaño y es similar en otras vacunas COVID-19 autorizadas”, agregó la compañía en un comunicado en su sitio web.
“Si, y eso es un gran ‘si’, hay una asociación, parece ser muy, muy rara”, anunció el Dr. Isaac Bogoch, experto en enfermedades infecciosas.
Health Canada sostiene que hasta ahora no se han reportado eventos adversos relacionados con la vacuna en Canadá. En los EE.UU., la vacuna aún se está considerando para su aprobación. Aproximadamente 30.000 estadounidenses participaron en un ensayo clínico que actualmente se está revisando de forma independiente.
En una conferencia de prensa en Montreal el lunes, el primer ministro Justin Trudeau también intentó calmar cualquier temor, insistiendo en que la vacuna AstraZeneca es segura y ha sido probada rigurosamente por Health Canada.
“Health Canada y nuestros expertos y científicos han dedicado mucho tiempo a asegurarse de que todas las vacunas aprobadas en Canadá sean seguras y eficaces”, aseveró.
El primer ministro británico, Boris Johnson, también reiteró el lunes su apoyo a la vacuna, que se desarrolló en asociación con la Universidad de Oxford de Inglaterra. Además, Johnson recibirá la dosis de esta.
«Tenemos uno de los reguladores más duros y experimentados del mundo», anunció Johnson. “No ven ninguna razón para descontinuar el programa de vacunación de ninguna de las vacunas que estamos usando actualmente”.
Pero parece que el daño ya podría estar hecho a medida que más personas se vuelven escépticas sobre la vacuna.
Los médicos explican que los coágulos de sangre son en realidad más comunes en la población general de lo que el público cree y están enfatizando que el COVID-19 en sí mismo puede causar coágulos de sangre graves entre las personas enfermas con el virus.
Agregan que si bien las investigaciones sobre la vacuna AstraZeneca pueden estar generando dudas, debería estar sucediendo lo contrario.
“Realmente inspira confianza que el más mínimo indicio de algo, y el fabricante, los gobiernos y las autoridades estén investigando más a fondo”, afirmó el Dr. Barry Pakes, profesor de la Escuela de Salud Pública de Dalla Lana. «Existe este grado de transparencia en torno a las vacunas que realmente no tiene precedentes».
Con cuatro inyecciones aprobadas y millones de dosis que se espera que lleguen al país en las próximas semanas, Trudeau insta a los canadienses elegibles a no darse una vuelta ni esperar por una vacuna en particular.
