Un giro inesperado ha dado el caso de Gabriela Olga Sevilla Torello, que tiene conmocionado a Perú.
Sevilla llevaba más de 30 horas desaparecida luego de que supuestamente, se dirigía a un hospital para dar a luz el pasado miércoles. La mujer fue hallada sin su bebé en la madrugada de este viernes de acuerdo con informaciones dadas por la ministra de la Mujer, Claudia Dávila.
Una vez encontrada la mujer, las autoridades de Perú empezaron la búsqueda de la recién nacida.
«Hemos activado los protocolos con Migraciones para impedir la salida de cualquier bebé sin ser plenamente identificado. Tenemos que encontrar a la hija de Gabriela», destacó la ministra al añadir la etiqueta «#DóndeEstaMartina», aseguró Dávila.
Sin embargo, en la tarde de este viernes, la historia ha dado un giro inesperado.
De acuerdo con el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público se concluyó que Gabriela Sevilla no tenía signos clínicos de gestación, parto reciente ni antiguo.
Incluso el Poder Judicial emitió un pronunciamiento por redes informando de que el fingimiento del embarazo o el parto es un delito que contempla una «pena privativa de libertad no menor de uno ni mayor de cinco años».
Entre tanto, la ministra Dávila, por su parte, insistió en declaraciones a Canal N que la familia de Sevilla «salió a decir que sí estaba embarazada y que está siendo víctima de amenazas».
Y añadió que, “Se ha hecho declaraciones que están por corroborar. Es difícil sostener esta versión de que no estaba embarazada” declaró.
En esa línea, Sevilla reafirmó a la prensa local que sí estaba gestando y que «tiene registros de los latidos» de su hija.
«Tengo pruebas, claro que sí. Quiero pensar que como no terminaron de hacerme los exámenes (tras reaparecer) es porque ellos piensan que no pudo darse un embarazo», apostilló la joven.
Entre tanto, el ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables llamó a la prudencia en el caso de Sevilla y aseguró que los hechos aún estaban en investigación por parte de las autoridades peruanas.