La FIFA vetó de por vida al dirigente brasileño Ricardo Teixeira por aceptar millones de dólares en sobornos, cuatro años después que fuera imputado por fiscales federales en Estados Unidos.
En un fallo de la comisión de ética de la FIFA que se demoró demasiado, Teixeira fue encontrado culpable de recibir sobornos relacionados con contratos por los derechos comerciales de competiciones en Sudamérica entre 2006-12.
Teixeira también fue multado 1 millón de francos suizos (1 millones de dólares), pero no quedó claro cómo la entidad rectora del fútbol mundial podrá cobrarlo.
El fallo fue anunciado el viernes, cuatro años después que fuera imputado por la justicia estadounidense.
Teixeira, excuñado del expresidente de la FIFA Joao Havelange, fue miembro del comité ejecutivo de la FIFA durante casi dos décadas hasta que renunció en 2012 por motivos de salud y tras quedar implicado en un vasto escándalo de corrupción.
La sanción margina formalmente a Teixeira de toda actividad relacionada con el fútbol.
Teixeira, de 72 años, fue uno de los rostros visibles de una era de corrupción en la FIFA durante las prolongadas presidencias de Joao Havelange y Joseph Blatter.
En diciembre de 2015, Teixeira fue identificado en la acusación presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos que detalló delitos de crimen organizado, fraude en comercio electrónico y lavado de dinero. Ha evadido la extradición a Estados Unidos, donde es dueño de una residencia en Florida.
Teixeira citó motivos de salud hace siete años para apartarse del comité ejecutivo de la FIFA y también renunció al comité organizador del Mundial de Brasil 2014.
También en 2012, se confirmaron las denuncias de que Teixeira y Havelange aceptaron millonarios sobornos de la agencia ISL que manejaba los derechos de televisión de la Copa Mundial.
Un fallo de la Corte Suprema de Suiza levantó el manto de secreto sobre el caso. Ello propició que la FIFA publicara un documento en el que se detalló un acuerdo en 2010 para que Teixeira y Havelange devolviesen 2,5 millones y 500.000 dólares, respectivamente, para cerrar un proceso penal.
En una audiencia del comité ejecutivo de la FIFA en julio, los investigadores presentaron las pruebas del caso federal en Estados Unidos, mencionándose que Teixeira aceptó sobornos vinculados a contratos de comercialización de la Copa América, la Copa Libertadores y la Copa de Brasil.
El fallo de la FIFA describe que Teixeira depositaba sus sobornos “en el Medio Oriente, en Asia, en Andorra, en Europa, y siempre con beneficiarios con nombres comunes en chino o en cada región, haciendo imposible identifica quién era”.
Sus abogados respondieron que “Teixeira niega vehemente todos los cargos, que no son más que suposiciones hechas por fiscales estadounidenses, sin ninguna prueba que respalden la acusación”.
La FIFA descartó el argumento de la defensa al advertir que “el pago de los sobornos y promesas de pagos de varios millones de dólares, dinero que de lo contrario pudo haberse invertido en el desarrollo del fútbol en Brasil y Sudamérica”.