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Sus composiciones literarias van desde Vancouver hasta Fredericton pasando por Calgary, Saskatoon, Ottawa, London y Montreal, dejando a su paso la exquisitez de una lengua que evoca temas sublimes como la nostalgia de un amor perdido, hasta experiencias desafiantes como inmigrar a un país diferente al propio, sin perder la identidad.
Son diecinueve poetas que desnudan su alma ante sus propios colegas Julio Torres- Recinos y Margarita Feliciano en el libro Lumbre y Relumbre, antología selecta de la poesía hispano canadiense. Nohora Viviana Cardona, Claudio Duran, Hugh Hazelton, Constanza Duran Vidal, Jesus Maya, Jorge Nef, Margarita Feliciano, Teobaldo Noriega, Natalio Ohanna, Nela Rio, Marcelo Puente Espil, Omar Alexis Ramos, Carmen Rodríguez, Alejandro Saravia, Lady Rojas Bier Vargas Benavente, Luis A. Torres, Javier Vargas de Luna y Norberto Velásquez, todos ellos reunidos en torno a la palabra poética.
A través de cuestionarios Torres – Recinos y Margarita Feliciano nos invitan a conocer detalles relevantes de quienes luchan por la preservación de la lengua española y defienden la memoria colectiva de América Latina, pues en sus versos podemos olfatear su amor por sus países de orígenes: México, El Salvador, Colombia, Perú, Argentina, Bolivia y Chile.
Y en medio de ellos hace su aparición Hugh Hazelton, profesor, traductor, crítico literario, escritor, poeta norteamericano, hijo adoptivo de Canadá, pero de corazón latino. Desde su vasta experiencia en literatura latinoamericana, ha sido el padrino de muchos escritores latinos que llegan a Quebec con ansías de poder retomar su oficio. Su amor por las letras se ve reflejado en los encuentros de La Palabra Viva y su constante participación en las noches bohemias organizadas la inolvidable Sofía Bitrán en el entonces restaurante Volver y ahora en La Petite Marche. En su calidad de inmigrante Hugh apoya muchas iniciativas culturales como lo hizo en su momento conmigo como fundadora y presidenta de LatinArte, al llamarlo a participar en nuestro encuentro de poetas en el 2009 y 2010
Su lugar en el corazón de la literatura hispana en Canadá está más que ganado y por eso vale la pena leer sus poemas “Revesmundo” “ Náufrago”, las “Manos del mar”, “Llegan” o “Antimateria” para conocer de cerca sus profundas reflexiones sobre la vida. Y si el recorrido literario de Hazelton es tan amplio, no lo es menos el del autor de este libro, Julio Torres-Recino, quien reside en Canadá desde 1988, es profesor asociado de la Universidad Sakatchewan donde enseña lengua y literatura.
Julio es un poeta consagrado, sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano y francés, muy pronto en el mes de mayo aparecerán publicados en España sus libros Entonces y Con Aurora después y otros cuentos su poesía. Su cómplice en esta aventura literaria de Lumbre y Relumbre, Margarita Feliciano, no se queda atrás, es profesora de español y directora de la Celebración Cultural del Idioma Español, asociación fundada en 1992 que organiza anualmente El Festival de la Palabra y de la Imagen.
Margarita es poeta, crítica, traductora literaria de origen italo-argentino radicada en Canadá desde 1969, fue seleccionada dentro de las diez personas hispanas de mayor influencia en Canadá en el 2008 y posee muchas distinciones más, que indudablemente nos incitan a leer sus poemas “Alfonsina”, “ La Gaviota” , Reflexión” para estar cerca de ella, descubrirla en cada frase que utiliza para honrar la memoria, la nostalgia, el amor.
Ahora bien, resumir 293 páginas de increíbles poemas es una tarea titánica, pero invitarlos a leer el libro es un ejercicio sano, inspirador y concreto de crecimiento intelectual. Por eso decidí descubrir algunos al azar y así a través de su poesía me tropecé con Jorge Nef quien asegura que “su obra ha sido muy bien recibida pero muy poco difundida”.
Pues bien, sus poemas como “Destierro”, “Conversación”, “Miradas” “Tarde azul”, “Premonición”, son cortos, sencillos, armoniosos y sublimes en toda la extensión de la palabra. Nef habla de la tierra, la nostalgia, el paisaje, el desarraigo de una manera propia, particular en una métrica tradicional que nos llega al alma.
Y qué decir de Alejandro Saravia, quien alega que uno de los desafíos más en Canadá ha sido la agonía de publicar, sin redes de distribución y solo con la ayuda de amigos. Su poema “Esperando a Antonia” es romántico, exquisito, dedicado a esa dualidad en los sentimientos de una mujer.
Lumbre y Relumbre, es un libro que nunca se debe dejar de leer, para seguir descubriendo metáforas, sinestesias, símiles, onomatopeyas plasmadas en temas tanto trascendentales como sutiles. Les menciono algunos que leí con gran interés y asombro como “Exilio de Marcelo Puente Espil; “Vamos a dividirnos la ciudad” de Julio Torres Recino o “Pregúntale a este cielo” de Teobaldo Noriega, amigo y gran crítico literario quien no duda en afirmar que la “escritura emerge simultáneamente de la nostalgia”.
Todos estos sin olvidar mencionar a otro gran colega, Omar Alexis con su temas existencialistas, urbanos que nos sacuden de la monotonía, gracias a su carácter irreverente, genial, multifacético, condiciones tan importantes para poder destacarse en el mundo de inmigrantes.
No puedo terminar sin antes resaltar la cuota femenina de esta antología, la cual es insuperable, para la muestra un botón la chilena Carmen Rodríguez quien explica que el mayor reto en Canadá ha sido el bilingüismo, pero lo ha asumido como una experiencia positiva. Su poema “Benedetti no se muere” me encantó. Sus frases como “…Ese enemigo feroz de olvidos y silencios vive en el mar de la memoria…” es simplemente ¡sublime!