El presidente Gustavo Petro presidió una ceremonia en la Casa de Nariño el martes, revelando un importante artefacto del tumultuoso pasado del país: el icónico sombrero del ex comandante guerrillero del M-19 Carlos Pizarro.
Petro recibió el sombrero de manos de un grupo de exiliados del M-19 con base en Suecia, conocidos como los “Oficiales de Bolívar”, que lo habían resguardado en una bóveda escandinava durante décadas.
El evento marcó un momento conmovedor ya que el sombrero pertenecía al ex líder guerrillero del presidente Petro y ahora, bajo el mandato del líder izquierdista, declarado Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Conocimiento de Colombia.
“El sombrero de Carlos Pizarro es parte del patrimonio cultural de la nación por su representación de la paz para Colombia”, se lee en el comunicado presidencial.
A la ceremonia, celebrada en el Salón del Consejo de Ministros, asistieron dignatarios y funcionarios, lo que simboliza la importancia del artefacto en la historia de conflicto y esfuerzos de consolidación de la paz de Colombia.
“Este sombrero es un símbolo de paz. Indudablemente. Y debería quedarse aquí. Será herencia. Esta es una herencia de amor. Entonces se lo entrega al pueblo colombiano, que es su legítimo dueño”, remarcó el presidente Petro durante la inauguración.
Carlos Pizarro Leongómez, ex comandante de la guerrilla M-19, usó el sombrero durante momentos cruciales en el proceso de paz de Colombia, incluida la entrega de armas el 8 de marzo de 1990 en el campo de fútbol de Caloto, Cauca, tras la decisión del grupo de abandonar el ejército. luchar y buscar la paz a través de negociaciones con el gobierno del presidente Virgilio Barco.
El M-19 orquestó uno de los episodios más sangrientos de la historia de Colombia, con el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá, el 6 de noviembre de 1985, que mató a 109 civiles, entre ellos secretarios y magistrados del Tribunal Superior. El presidente Petro era un combatiente de la guerrilla M-19 en el momento del ataque mortal.
El recorrido del sombrero desde su custodia en el exilio hasta convertirse en un punto focal nacional de debate refleja el complejo camino de Colombia desde el conflicto hasta la reconciliación.
Liliana Ángulo Cortés, directora del Museo Nacional de Colombia, destacó la minuciosa preparación que implicó el montaje de la muestra. “La instalación museográfica del sombrero de Carlos Pizarro se hizo con sumo cuidado para asegurar su preservación e integrarlo a la memoria colectiva de la nación”, afirmó.
El sombrero, que mide 35,5 centímetros de largo, 30 centímetros de ancho y 8,5 centímetros de alto, está confeccionado con fibras naturales y sintéticas, con una distintiva banda para el sudor de cuero marrón y una banda exterior negra.
El expresidente de derecha Álvaro Uribe Vélez no escatimó palabras en su cuenta “X” respecto al ingreso del sombrero al palacio presidencial. “¡Vergüenza nacional!” publicó, y palabras de las que se hacen eco muchos colombianos que ven la validación de Petro de la guerrilla M-19 como una apología del terrorismo.
El expresidente conservador Andrés Pastrana, que presidió las conversaciones de paz con la guerrilla de las FARC, también expuso su posición sobre la resolución de declarar el sombrero patrimonio cultural de Colombia.
“La intención de Petro de convertir en un objeto un sombrero supuestamente usado por el comandante del M 19 Carlos Pizarro del culto nacional es un insulto sin precedentes a las víctimas de ese grupo terrorista, a los compatriotas que fueron secuestrados, torturados, asesinados, a sus familiares, y a la memoria de nuestros héroes del Ejército y la Policía que murieron defendiendo la democracia de los infames ataques de aquel grupo de delincuentes”, dijo.
La letanía de indignación fue puntuada por las palabras de la senadora María Fernanda Cabal: “¿Harán también del trapo inmundo de “Tiro Fijo” monumento nacional? ¿Cuándo convertirán en patrimonio cultural cualquier avión del narcotraficante M-19 Pablo Escobar? Debemos trabajar en una ley que prohíba honrar y disculpar a criminales o terroristas”.
El artefacto se exhibirá en una vitrina especialmente diseñada en la Casa de Nariño, asegurando su accesibilidad para que las generaciones futuras reflexionen sobre el prolongado conflicto interno de Colombia.
Carlos Pizarro fue asesinado dentro de un vuelo de una aerolínea comercial de Bogotá a Barranquilla el 26 de abril de 1990.