Un tribunal de Estados Unidos rechazó una apelación del expresidente peruano Alejandro Toledo para detener su extradición por cargos de corrupción, por lo que es probable que sea el tercer exdirigente detenido en una cárcel especialmente diseñada en Lima.
El ministro de Justicia de Perú, José Tello, explicó el miércoles por la noche que un juez de un tribunal de California había ordenado a Toledo que se entregara el viernes al Servicio de Alguaciles Federales y esperara la extradición después de que se revocara su solicitud de libertad bajo fianza.
Toledo, quien fue presidente de 2001 a 2006, es buscado por cargos de que recibió más de $25 millones de la constructora brasileña Odebrecht a cambio de ayuda para obtener contratos de obras públicas. Los fiscales buscan una sentencia de prisión de 20 años y seis meses.
Toledo ha negado haber solicitado o recibido sobornos y no ha sido acusado penalmente en Estados Unidos.
El ministro peruano declaró que se espera que Toledo, de 77 años, permanezca detenido mientras espera su juicio en un complejo carcelario en las afueras de Lima que fue construido para albergar al expresidente Alberto Fujimori. Allí también está recluido el expresidente Pedro Castillo.
Fujimori, que gobernó entre 1990 y 2000, cumple una condena de 25 años de prisión por abusos contra los derechos humanos, mientras que Castillo se encuentra en prisión preventiva mientras es investigado por supuesta rebelión tras intentar disolver el Congreso en diciembre. Él niega haber actuado mal.
La defensa de Toledo ha dicho que presentará otra apelación en EE. UU., según Tello, quien la calificó como una «táctica dilatoria» evidente.
Toledo fue arrestado en los EE. UU. en julio de 2019 luego de una solicitud formal de Perú para su extradición. Tras salir en libertad bajo fianza en 2020, el expresidente permaneció residiendo en California al menos hasta el año pasado.
