En varios actos de desafío, las parejas ucranianas han decidido casarse, a pesar del panorama de incertidumbre que representa la invasión rusa en su país.
Lesia Fylymonova y Valerii Filimonov caminaron recientemente por el pasillo cerca de un puesto de control en Kiev. Ella vestía camuflaje para la boda, mientras que él portaba un rifle para la ceremonia.
“Por supuesto que estoy feliz”, confesó Fylymonova. “Estoy feliz de que estemos vivos, que este día comenzó, que mi esposo esté vivo y él esté conmigo”.
Tanto Fylymonova como Filimonov son miembros de las fuerzas de defensa de Ucrania y decidieron casarse después de 20 años y un hijo juntos.
“Vivimos en tiempos difíciles”, sostuvo Filimonov. “Nunca sabes lo que te va a pasar mañana”.
Entre los asistentes a la boda se encontraba el alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
“Cada ucraniano tiene un solo objetivo: detener la guerra”, explicó.
Fylymonova y Filimonov no son las únicas parejas que continúan con sus planes de boda a pesar de la invasión.
Yaryna Arieva, residente de Kiev, y su pareja se casaron el día de la invasión de Rusia. Pasaron juntos la noche de bodas y, a la mañana siguiente, se unieron a las fuerzas de defensa ucranianas.
“Queríamos casarnos el seis de mayo, pero la guerra comenzó y cambiamos nuestra decisión y nuestros planes”,afirmaron.
Arieva no había empuñado un arma antes de unirse a la pelea, mientras que su esposo tenía algo de experiencia con armas de fuego, aunque no tenía entrenamiento militar.
Mientras tanto, en Lviv, a unos 540 kilómetros al oeste de Kiev, Bohdan e Iryna Manko también continuaron con su boda.
“Tiempos difíciles, pero somos optimistas”, dijo Bohdan. “Estamos luchando fuerte y vamos a ganar”.
“No cancelamos nuestra boda porque esperamos un futuro mejor para reconstruir nuestro país”, agregó.
