Los inspectores federales dictaminaron que una descarga de aguas residuales de arenas bituminosas de la mina Kearl de Imperial Oil Ltd. es dañina para la vida silvestre y ordenaron a la compañía que tome medidas inmediatas para detener la filtración de un estanque de relaves.
“Según la información que los oficiales de cumplimiento tienen hasta la fecha, se cree que la filtración es perjudicial o dañina para los peces”, explicó la portavoz de Environment Canada, Nicole Allen, en un comunicado.
“El 10 de marzo de 2023, los agentes encargados de hacer cumplir la ley emitieron una orden de la Ley de Pesca a Imperial Oil. La dirección requiere una acción inmediata para contener la filtración y evitar que ingrese a un cuerpo de agua con peces”, agregó.
La filtración del sitio de Kearl a unos 70 kilómetros de Fort McMurray, Alta., se notó por primera vez en mayo, pero ni Imperial ni el Regulador de Energía de Alberta mantuvieron informados a los funcionarios ambientales locales de las Primeras Naciones o provinciales y federales. La noticia de la fuga se conoció el 7 de febrero en una orden de protección ambiental del regulador, luego de otra liberación de 5,3 millones de litros de relaves de un estanque de captación en el sitio.
Funcionarios federales han dicho que Alberta está obligada a notificar tales fugas dentro de las 24 horas.
La comprensión de que habían pasado nueve meses entre el descubrimiento de la liberación original y el anuncio público provocó la ira generalizada de las Primeras Naciones, que cosechan en las tierras cercanas al sitio. Arthur Noskey, Gran Jefe de las Primeras Naciones del Tratado 8, agregó su voz durante el fin de semana.
El gobierno de los Territorios del Noroeste explicó que también debería haber sido informado, dado un acuerdo bilateral que tiene con Alberta sobre la cuenca compartida.
Allen añadió que las instrucciones del gobierno son herramientas utilizadas por el ministro federal cuando hay una liberación no autorizada de una sustancia nociva en el agua frecuentada por peces o cuando existe un “peligro grave e inminente de tal incidente y es necesaria una acción inmediata”.
La premier de Alberta, Danielle Smith, dijo que no hubo impactos en la vida silvestre y que el agua potable no se vio comprometida.