Las autoridades necesitaban dar un golpe contundente al Clan del Golfo, tras más de seis años de anunciada la Operación Agamenón. Es por eso que desde finales de enero la cúpula militar y de la Policía rediseñaron la estrategia y se pusieron una meta: capturar a Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, antes de finalizar 2021.
Es así como los diferentes componentes de la operación definieron tácticas, apoyados siempre por la inteligencia técnica que ofrecieron los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido, y se lanzó el capítulo ‘Osiris’ de Agamenón.
El mayor general Fernando Murillo, director de la Dijín y jefe de la Operación Agamenón II, detalló que se trabajó en una forma cerrada, reservada y con un equipo de la Fuerza Aérea, de la Armada, Inteligencia Policial y de la Dijín y de los comandos especiales.
“El ministro de Defensa, Diego Molano, también estuvo pendiente de la nueva planeación para dar el golpe certero. Recorrimos las montañas y las selvas del Urabá antioqueño y chocuano con el firme propósito de llegar al Nudo de Paramillo donde iniciamos unos enfrentamientos y donde hubo delincuentes dados de baja, pero donde también perdimos a varios integrantes de la fuerza pública”, señaló Murillo.
Es así como a mitad de la operación, las estrategias tomaron un rumbo distinto: una parte de los uniformados fueron dirigidos hacia el cerro Bogotá, en una operación de engaño, pues la inteligencia sabía que ‘Otoniel’ tenía los ojos y los oídos en todos lados.
“El objetivo estratégico controlaba todos los movimientos de las aeronaves, de las unidades de inteligencia, y de las de operaciones por eso se necesitó hacer la operación allá en el cerro de Bogotá. Una operación de engaño, mientras la inteligencia, realmente a partir de la técnica, pudo identificar el punto exacto donde estaba Otoniel”, precisó el general Murillo.
Es así como a medida que las tropas iban avanzando hacia el cerro de Bogotá, un componente más pequeño, “pero efectivo” se adentraba hacia donde estaba ‘Otoniel’, “un animal del monte que no era fácil casar”.
El grupo más reducido, con sus tácticas, logró ir derribando los anillos de seguridad del narcotraficante más buscado de Colombia. Ya no había escapatoria, los uniformados habían logrado hacer un anillo que bordeaba toda la montaña. ‘Otoniel’ tenía dos opciones: rendirse o caer en combate.
258 días demoró la reestructurada estrategia en dar sus resultados. Úsuga fue detenido el sábado en un punto llamado Cerro Yoki, en jurisdicción de Necoclí, Antioquia.
Lo vendieron. Entre tanto, el ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que miembros del Clan del Golfo fueron los que dieron información para conseguir la captura de ‘Otoniel’.
“Hay información que fue suministrada por miembros del Clan del Golfo que sirvió para la captura”, aseguró Molano en declaraciones a medios desde la Brigada del Ejército Nacional en Carepa, Antioquia.
El ministro aseguró que se pagará la recompensa que el Gobierno ofrecía por ‘Otoniel’ de hasta $3.000 millones y que EE. UU. hará lo mismo con la suya, que ascendía a los USD5 millones.
El Clan del Golfo es responsable, según el Gobierno, de “casi el 30 % de las toneladas de coca que eran sacadas de Colombia”, aseveró Molano, y por eso pesan sobre él dos órdenes de extradición a Estados Unidos.
Dicha extradición se producirá a pesar de que sobre ‘Otoniel’ hay en Colombia 122 órdenes de captura y 6 sentencias condenatorias, entre ellas dos de 40 y 50 años de prisión, por homicidio agravado, homicidio en persona protegida, desaparición forzada, desplazamiento forzado y reclutamiento ilícito de menores.
En Estados Unidos se le requiere por una orden de captura de una corte de Florida de 2015 por delitos de narcóticos y otra de una corte de Nueva York del mismo año por participar en una empresa criminal continuada y por delitos de narcóticos.
La Policía asegura que más de 1.800 uniformados están en terreno para dar con las capturas Wilmer Antonio Quiroz, alias Siopas, Jobanis Ávila Villadiego, alias Chiquito Malo, José Gonzalo Sánchez, alias Gonzalito y Orozman Orlando Ostén, alias Rodrigo Flechas, quienes técnicamente serían los sucesores de ‘Otoniel’ y asumirían el liderato del Clan del Golfo.
Recordemos que los tentáculos de la mayor banda criminal del país están presentes en 12 departamentos, de los cuales seis están en la costa Caribe.
