Los canadienses no deben inmovilizarse sobre la ratificación de un NAFTA «nuevo»
Para las organizaciones sociales el acuerdo comercial es defectuoso: la desigualdad crecería y el medio ambiente se deterioraría aún más
A través de un comunicado, las organizaciones de la sociedad civil de México, Estados Unidos y Canadá han hecho un llamado a los canadienses y sus representantes electos en Ottawa para que establezcan una investigación parlamentaria especial antes de cualquier voto de ratificación sobre el «nuevo» TLCAN.
Según la carta, esa investigación, garantizaría que los encargados de la toma de decisiones estén completamente familiarizados con todos los aspectos del acuerdo y puedan realizar los cambios necesarios para garantizar que el público canadiense, no las corporaciones multinacionales, sean los principales beneficiarios del acuerdo.
La creciente desigualdad dentro de los países y entre ellos ha sido un resultado directo del TLCAN original. Durante unos treinta años, las organizaciones sociales han estado trabajando juntas combinando la investigación con propuestas alternativas para un acuerdo de comercio justo y equitativo para los tres países.
Los miembros de esa asociación creen que un enfoque central de este acuerdo deberían ser las medidas que reducen y luego eliminan esta brecha de desigualdad cada vez mayor.
“Hemos estado analizando detenidamente estas negociaciones actuales con miras a poder solicitar cambios sustanciales en las reglas que han suscrito el TLCAN durante los últimos 25 años y que han demostrado ser tóxicas para todos nuestros pueblos de América del Norte. Ahora nos han presentado un «nuevo» TLCAN. Contiene algunos cambios favorables. Por ejemplo, Inversionista-Estado, el panorama laboral continental (aunque aparentemente excluye cualquier reforma en el contexto canadiense), y la reducción del tratamiento generoso propuesto para los gigantes farmacéuticos. Algo es algo, pero está lejos de ser suficiente” afirma el comunicado.
Según las organizaciones sociales, las negociaciones más recientes han dado como resultado el mismo marco favorable para las empresas que amenaza con empeorar las condiciones de vida de los trabajadores en los tres países. Por ejemplo, incluso en su forma actualizada, el texto en discusión no contiene un capítulo que afirme los derechos de los pueblos de las Primeras Naciones, ni puede encontrar ninguna inclusión sustancial de las obligaciones que rigen las protecciones requeridas para un entorno en crisis. Los pequeños agricultores ahora se enfrentan al final definitivo de una forma de vida de larga data.
Los legisladores de Canadá también deben tomar nota de que este «nuevo» texto contiene elementos que representan un asalto al derecho soberano de cada uno de los países para poder implementar medidas de acuerdo con los acuerdos alcanzados en foros internacionales. Mediante el documento trinacional, las asociaciones civiles, solicitan que los canadienses y sus parlamentarios realicen una revisión detallada y minuciosa de un texto defectuoso.
“En México y los Estados Unidos, una parte importante de la «vox populi» había presentado previamente sus importantes perspectivas y contribuciones, pero fueron ignorados. Esperamos que Canadá, el último país en debatir sobre los méritos de ratificar el «nuevo» TLCAN, haga las cosas de manera diferente al garantizar que el texto defectuoso en consideración se someta a un examen riguroso junto con una amplia aportación del público” concluye el texto.