La Ministra de Salud de Ontario está pidiendo a su homólogo federal que le ayude a cerrar un vacío legal que, según ella, ha provocado un aumento «inquietante» de las clínicas que cobran por el acceso a la atención primaria.
Sylvia Jones le escribió a Mark Holland en una carta enviada, pidiéndole que impida que los no médicos cobren por los servicios de salud financiados con fondos públicos.
La Ley Federal de Salud de Canadá (CHA) establece qué servicios de salud se financian a nivel provincial. Pero Jones señala que la ley no deja claro qué está permitido o no cuando se trata de servicios prestados por personas que no son médicos, incluidas enfermeras practicantes.
«Esta falta de prohibición ha creado un vacío legal que ciertos proveedores de atención médica y sus clínicas están aprovechando, sabiendo que no hay consecuencias legales ni riesgo de ser cerrados», escribe Jones.
Si bien Ontario financia directamente más de dos docenas de clínicas dirigidas por enfermeras practicantes, otras que quedan fuera de la cobertura del OHIP han aparecido en ciudades como Toronto y Ottawa, cobrando cientos de dólares en cuotas anuales de membresía para acceder a la atención.
Jones escribe que permitir que esta práctica continúe “socavaría” las inversiones multimillonarias realizadas para ampliar el acceso a la atención primaria.
Los partidos de oposición en Queen’s Park han argumentado que la provincia podría tomar medidas enérgicas contra el cobro de clínicas sin la ayuda de Ottawa.
Jones sostiene que se necesita una solución nacional para evitar que los proveedores de atención médica no médicos abandonen Ontario para trabajar en otra provincia.
En una declaración enviada a CTV News Toronto, un portavoz del diputado Mark Holland dijo que pronto publicará una carta de interpretación de la Ley de Salud de Canadá para aclarar la modernización y las mejoras de la Ley de Salud de Canadá en la atención médica.
Esto incluirá atención virtual, telemedicina y la ampliación del ámbito de práctica de los trabajadores de la salud, como las enfermeras practicantes.
«Esto ayudará a garantizar que, sin importar en qué parte del país vivan o cómo reciban la atención médica necesaria, los canadienses puedan acceder a estos servicios sin tener que pagar de su bolsillo», se lee en parte de la declaración. «Hemos estado trabajando estrechamente con provincias y territorios durante todo el proceso de redacción de esta carta».