El gobierno de Ontario ha anunciado que aumentará el programa federal de licencia por enfermedad a $1.000 por semana para los elegibles, y proporcionará tres días de enfermedad pagos obligatorios.
El ministro de Trabajo, Monte McNaughton, hizo el anuncio hoy y aseguró que la legislación, si se aprueba, requeriría que los empleadores paguen a los empleados hasta $200 por día durante tres días. El programa será retroactivo al 19 de abril y estará vigente hasta el 25 de septiembre.
La provincia se está asociando con la Junta de Seguros y Seguridad en el Lugar de Trabajo para implementar el programa y reembolsar a los empleadores.
Defensores y expertos han dicho que se necesita un programa provincial porque los fondos del programa federal tardan demasiado en llegar, las personas deben solicitar el beneficio y se recupera algo de dinero para impuestos.
El gobierno de Ford ha sido muy criticado por no implementar un programa provincial de licencia por enfermedad durante la pandemia.
Los expertos en salud pública, los grupos laborales y los funcionarios locales han sido implacables en sus pedidos de apoyo a las licencias por enfermedad para gran parte de la pandemia, argumentando que reduciría en gran medida la propagación del COVID-19 en los lugares de trabajo.
El Dr. Michael Warner, del Hospital Michael Garron, publicó un video en Twitter que desglosa los números y destaca cómo los días de enfermedad pagados afectarían directamente a la familia de uno de sus pacientes.
La reciente muerte por COVID-19 de una niña de 13 años de Brampton, Ontario, cuyo padre es un trabajador esencial renovó los llamamientos para un programa de Ontario.
La líder del NDP, Andrea Horwath, aseveró que está claro que el gobierno federal había «rechazado» la solicitud de la provincia.
«Eso no va a detener la propagación de COVID-19 en los lugares de trabajo y no va a detener las muertes», agregó.
Mientras tanto, el gobierno de Ford anunció que los hospitales en Ontario ahora podrán transferir a los pacientes que esperan una cama de atención a largo plazo a cualquier hogar de ancianos sin su consentimiento en un esfuerzo por liberar espacio.
La ministra de Salud, Christine Elliott, afirma que el gobierno ha emitido una nueva orden de emergencia para permitir tales transferencias.
