Los 64.000 empleados del Servicio Público de Ontario (OPS) deberán vacunarse o someterse a pruebas COVID-19 regulares, aseguró el gobierno provincial.
En un memorando enviado a los empleados de la OPS, el gobierno explicó que todos los miembros del servicio público deberán estar completamente vacunados contra el COVID-19 o informar de una razón médica por la que no pueden vacunarse.
Aquellos que no estén vacunados deberán someterse a una sesión educativa y realizar pruebas periódicas.
“A lo largo de la pandemia, hemos tomado todas las medidas necesarias para proteger la salud, la seguridad y el bienestar de los habitantes de Ontario”, enunció el presidente de la Junta del Tesoro, Prabmeet Sarkaria, en un comunicado. “Seguimos animando a todos los habitantes de Ontario que reúnan los requisitos para que se vacunen. Es por eso que nuestro gobierno apoya plenamente la política de vacunación y pruebas obligatorias que está desarrollando el Servicio Público de Ontario».
Si bien muchos empleados de OPS han estado trabajando desde casa desde que comenzó la pandemia, la provincia está planeando un regreso gradual a los lugares de trabajo para aquellos que han estado trabajando de forma remota.
La política se aplicará a todos los servidores públicos que trabajen en ministerios o comisiones de organismos públicos, dijo la provincia.
La provincia no anunció un cronograma para la política, pero dijo que pronto habrá más detalles.
La medida se produce el mismo día que la fecha límite del gobierno de Ford para los miembros del caucus Conservador Progresista se vacunen o se enfrenten a ser despedidos.
También siguió a un anuncio realizado por la ciudad de Toronto de que todos sus empleados tendrán que estar completamente vacunados contra COVID-19 antes del 30 de octubre y un anuncio la semana pasada de que todos los empleados del gobierno federal tendrán que ser vacunados dentro del próximos meses.
Unos 31.000 miembros de la OPS están trabajando actualmente presencial y el gobierno confesó que la política está diseñada para mantenerlos a salvo.
Si bien algunos han criticado la política anunciada por la provincia a principios de esta semana como más una política de «estímulo a las vacunas» que una política de vacunación obligatoria, todavía indica un cambio para el gobierno del premier Doug Ford y el jefe de la mesa científica COVID-19 de Ontario.
Ford ha dicho anteriormente que no cree que nadie deba ser obligado a vacunarse si no quiere, pero ha alentado a todos los habitantes de Ontario que cumplen los requisitos para que se pongan las vacunas.
Los expertos en enfermedades infecciosas han sustentado que, si bien Ontario no podrá vacunar para salir de una cuarta ola debido a la mayor transmisibilidad de la variante Delta, sigue siendo fundamental que la mayor cantidad de personas lo hagn para ayudar a mitigar la propagación de la enfermedad.