Caracas, 28 dic (EFE).- La ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) presentó hoy un informe en el que estima que Venezuela registró la cifra histórica de 27.875 muertes violentas este año, lo que puede ubicar al país caribeño entre uno de los más violentos de la región.
«Los estimados del Observatorio Venezolano de Violencia son que para el final del año 2015 tendremos en el país 27.875 muertes violentas para una tasa de 90 fallecidos por cada cien mil habitantes», apunta la ONG en un informe divulgado hoy.
El OVV, que denuncia «una ausencia total de información oficial sobre las cifras de homicidios», aclara que los datos fueron obtenidos por los investigadores de las siete universidades que lo integran mediante el análisis del comportamiento violento y de las políticas públicas para enfrentar este problema.
Precisa que los datos fueron el resultado del uso de modelos de estimación como el ARIMA, para casos de homicidio y resistencia a la autoridad, y el modelo de suavizado exponencial de Brown para la serie de casos de averiguaciones de muertes.
Para la organización, hay seis factores que explican el incremento de la violencia en Venezuela este año.
Entre ellos, está una mayor presencia del delito organizado, un mayor deterioro de los cuerpos de seguridad del Estado y el incremento de la «privatización de la seguridad».
Sobre este último aspecto explica que en Venezuela «ha ocurrido un proceso de privatización de la seguridad», en el que los particulares asumen las labores de seguridad debido al «abandono» de la protección del Estado y la ausencia de castigo.
Este fenómeno aplica tanto a «ciudadanos, que ejecutan linchamientos o contratan sicarios, como a los propios funcionarios policiales o militares, quienes han respondido con las ejecuciones extrajudiciales», señala el texto.
El informe llama la atención sobre el operativo de seguridad venezolano Operación Liberación del Pueblo (OLP), implementado este año y que consiste en el despliegue de un gran número de funcionarios de fuerzas policiales y militares en zonas consideradas como «violentas» para realizar allanamiento, detenciones e incautaciones y que ha dejado varios muertos.
«Se ha observado una militarización represiva de la seguridad, tanto en sus posiciones de mando como en el tipo de acción emprendida (…) Las consecuencias de las llamadas OLP no apuntan hacia una disminución de la violencia en la sociedad, sino, al contrario, hacia su incremento», dice.
Igualmente atribuye el incremento de la violencia al «empobrecimiento de la sociedad, acompañado de la impunidad generalizada, que ha significado un estímulo a diversas formas de delito, no necesariamente violentos».
La tasa de la OVV «pudiera colocar a Venezuela como el país más violento de América» y prevé que estos número podrían ser superados solo por El Salvador que «ha sufrido un incremento importante, que lo pudiera colocar con una tasa igual o superior a la de Venezuela».
Asimismo estima que para fines de 2015 «se habrán cometido en América Latina y el Caribe un total de 145.000 homicidios, de los cuales Venezuela aporta el 19 %».
Es decir, «de cada diez víctimas de homicidios de la región, dos son venezolanos, tres son brasileños, uno es colombiano y otro mexicano; y los tres restantes se dividen entre todos los demás 40 países y unidades político-territoriales del subcontinente», afirma el informe que atribuye los datos a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
En 2014, según cifras de OVV, Venezuela registró 24.980 muertes violentas.